Hay personas que entran en nuestras vidas para quedarse y Manolo era una de ellas.

Nos conocimos por la cercanía de nuestros pueblos, hace ya más de 40 años y desde entonces hemos mantenido una relación muy estrecha, siempre llena de afecto y cariño. Por eso todavía me cuesta creer que te hayas ido y que esté escribiendo estas líneas para hablar de tu último viaje, no del nuestro, el que ya teníamos previsto para mayo, si Osasuna conseguía meterse en la final de Copa en Sevilla, “tú consigue las entradas, que para entonces ya estaré yo bien…”, me decías.

Nos ha dejado una persona que por su entusiasmo, por la alegría y positividad que transmitía siempre, parecía que le acababa de tocar la lotería. Un cáncer, del que desde el principio Manolo decía que de esta voy a salir, ha podido con él. Estos últimos días, pese a que las noticias cada vez eran más alarmantes, nosotros teníamos la confianza de que ibas a salir, Manolo es fuerte, Manolo puede con eso y con mucho más… este lunes 13 de febrero hemos recibido la peor de las noticias que nos podían dar, te acabas de ir y todavía no nos lo creemos.

Si Manolo tenía una pasión, además de por su familia, era por su pueblo. Andolense de pura cepa y con una dedicación enorme por todo lo que concerniese a Andosilla, sus dos legislaturas como concejal, su colaboración con el River, tanto de fútbol, como de balonmano, con Andosilla Gastronómica, AJAN, asociación de cual fue fundador, con los jóvenes del Motarrón, con las Javieradas... no había evento en Andosilla que no contase con su colaboración desinteresada y con su apoyo. En algunos momentos le solía decir yo no sé de dónde sacas tiempo para llegar a todo, y siempre me decías lo mismo “para todo hay que echarle ganas” y es así, entusiasmo nunca le faltaba.

No solo eras amigo de todo el pueblo de Andosilla, también en Lerín has dejado amigos que nunca te vamos a olvidar, eras fijo con nosotros el día de las pochas y ¡cómo lo disfrutabas! En Andosilla, tu cuadrilla de La Chispa te recordará en esas cenas y comidas en el pipero, si alguien se tenía que encargar de algo, el primero eras tú, si había que preparar los gin tonic, ese siempre eras tú también, lo tuyo era disposición total, ¡cómo te vamos a echar de menos cuando volvamos a celebrar cualquier acontecimiento y veamos tu silla vacía!

El pasado lunes, cuando hablé contigo, Inés, un poco antes de ponerme a escribir estas líneas, que es lo que me apetecía hacer en ese momento, lo único que conseguimos llegar a decirnos es “¡qué vida más puñetera!, no ha podido, no ha podido”. Bien sabes, Inés, que no te vamos a dejar, te acompañaremos y arroparemos en todo lo que podamos, pero ahora eres tú la que tiene que ser fuerte y sacar energías de donde puedas, como Manolo las sacaba siempre.

Y a vosotros dos, Javier y Cristina (¡vaya con tu ojito derecho! ¡cómo subió a leer en tu funeral!), qué os voy a decir, podéis ir bien orgullosos por Andosilla y con la cabeza bien alta diciendo de quién sois hijos, porque estoy seguro de que nadie en el pueblo pueda decir una sola palabra negativa de vuestro padre, al contrario.

Este último año, tu enfermedad comenzó a ser tu otra compañera de viaje, pero la afrontaste, con la fuerza y la tranquilidad que siempre te caracterizó. En las muchas conversaciones que hemos mantenido durante todo este tiempo, tú siempre optimista, haciendo planes sobre lo que íbamos a hacer, aunque los pronósticos no fueran nada buenos, siempre sacabas a relucir tu mejor sonrisa y le buscabas la parte positiva, dando ánimos a todo el mundo y peleando hasta este último momento.

El último ejemplo de todo lo que tú eras ha sido tu funeral, por la cantidad de gente de todas las edades que había, muchísimos ramos de flores de las asociaciones con las que has colaborado y sobre todo y lo comente con tu hermano Patxi, la cantidad de gente compungida, indudablemente, eso algo quiere decir.

Manolo, te fuiste demasiado pronto, pero tu recuerdo y tu cariño siempre quedará entre nosotros, gracias por tanto que nos diste.

¡Hasta siempre amigo! ¡vuela muy alto!

El autor es de Lerín (Navarra) y amigo de Manolo