Laboratorios de salud. Una concertación necesaria
HACE ya muchos años, 152 exactamente, Darwin nos demostró que las especies que sobreviven son aquéllas que son capaces de evolucionar, de adaptarse al cambio. Aunque a veces nos parezca lo contrario, estamos diseñados para responder positivamente al cambio y crecer ante las adversidades. Pero también es lógico y humano que los cambios y la incertidumbre nos provoquen inquietud.
En la actualidad existe un gran debate social sobre la sostenibilidad del Sistema Sanitario Público. Por ello resulta imprescindible la realización de cambios en la gestión y el funcionamiento de los servicios que deberemos llevar a cabo entre todos los actores del sistema.
Por ello me gustaría salir al paso de la inquietud que se está generando en determinadas zonas de Navarra ante el proceso de unificación de los laboratorios del Complejo Hospitalario de Navarra (los hasta ahora denominados Hospital Virgen del Camino y Hospital de Navarra), de la Clínica Ubarmin, del ambulatorio San Martín, y parte de la actividad actual de los laboratorios de los hospitales Reina Sofía de Tudela y García Orcoyen de Estella. Proceso que consideramos fundamental para mejorar la eficiencia y que supondrá una modernización del sistema público de salud, junto a indudables ventajas para los pacientes y los profesionales, al margen del ahorro económico que también es importante.
La concentración de los laboratorios no significa, en absoluto, que los pacientes vayan a tener que trasladarse a Pamplona para las extracciones. Lo único que se centralizan son las técnicas de diagnóstico, pero los puntos de extracción continuarán siendo los mismos que en la actualidad. Por ello, para los habitantes de cualquier zona de Navarra, lejos de suponerles dificultades, la concentración les va a conllevar una serie de ventajas. Entre otras que, puesto que la robotización de las pruebas analíticas reducen el margen de error en el resultado, los ciudadanos podrán obtener sus resultados en unos plazos de tiempo iguales o incluso inferiores a los actuales. Además, podrán acceder a más y mejores prestaciones analíticas que en la actualidad. La dispersión geográfica y la diversidad de maquinaria especializada que ahora existen hacen imposible ampliar la oferta. Con una mayor masa crítica, una tecnología más avanzada, más eficaz y un mayor número de sistemas que nos permitan hacer analíticas en nuestra Comunidad, sin tener que enviarlas a laboratorios externos, lograremos una mejora incontestable en otra de nuestras prioridades: la equidad y la garantía de que todos los ciudadanos navarros podamos acceder a las mismas prestaciones sanitarias para las personas de la Ribera, para las de Tierra Estella, para las del Norte de Navarra y para las de la capital, Pamplona.
Pero además, también para los trabajadores supone una magnífica oportunidad, pues favorecerá su perfeccionamiento y crecimiento profesional gracias al desarrollo de nuevas subespecialidades, al desarrollo de técnicas vanguardistas, a la mejora de la faceta investigadora y a un mayor desarrollo de la actividad docente.
En estos momentos, un grupo de profesionales del Servicio Navarro de Salud está estudiando las necesidades y la cartera de servicios de cada uno de los laboratorios con el fin de poder valorar el mejor modelo posible de organización y concentración.
Y me gustaría concluir asegurando que vamos a continuar fortaleciendo y respaldando la enorme labor que realizan el Hospital Reina Sofía de Tudela de Navarra y el Hospital García Orcoyen de Estella, dos centros hospitalarios de referencia de nuestra Comunidad y que, de ninguna manera, van a sufrir ningún tipo de desmantelamiento. Más bien todo lo contrario, como el tiempo demostrará, estos hospitales pronto tendrán más y mejores servicios asistenciales.
(*) Director Gerente del Servicio Navarro de Salud Osasunbidea