DESDE hace más de treinta años mi centro de trabajo, Estna, la Escuela Sanitaria Técnico Profesional de Navarra presta sus servicios preparando profesionales en diversas áreas sanitarias, entre los que se encuentran los técnicos de laboratorio clínico.

Con el equipo humano de profesores y profesoras del centro y el visto bueno del Departamento de Educación, al que pertenecemos, intentamos actualizar conocimientos y técnicas para que dichos técnicos salgan preparados para responder a las demandas del diagnóstico clínico actual y de las exigencias del campo de la investigación en laboratorio biomédico.

Como formadores de varias generaciones de técnicos de laboratorio queremos apoyar las demandas de varios colectivos que trabajan en este campo, en concreto las de los profesionales del Hospital Reina Sofía de Tudela y García Orcoyen de Estella, cuyos laboratorios van a ser desmantelados para centralizar la mayor parte de los análisis clínicos en Pamplona.

No parece lógica la pretensión del Departamento de Salud del Gobierno de Navarra de dejar al área de Salud de Tudela, que acoge a 98.000 habitantes, y a la de Estella, que abarca 60.000 personas, sin laboratorios de análisis clínicos que atiendan las demandas ambulatorias y sobre todo las hospitalarias. Hay que recordar que los dos hospitales comarcales cuentan, además de la hospitalización de medicina interna y otras especialidades, con quirófanos, servicio de obstetricia y hospitalización pediátrica, es decir, con especialidades médicas en las que el laboratorio clínico es de especial importancia. Pensemos en las pruebas cruzadas antes de las operaciones quirúrgicas con transfusión sanguínea, en los diagnósticos rápidos de las meningitis, en las muestras que deben ser inmediatamente transportadas al laboratorio porque la refrigeración las perjudica, en las muestras que no pueden ser agitadas, en las muestras de biopsias intraoperatorias?

Además, como es bien conocido en este terreno, la demora en la realización de los análisis y los transportes de las muestras inciden en la calidad de los análisis en general; tanto es así que se ha calculado que el 70 u 80 % de los errores en los resultados de laboratorio se producen antes de la llegada de la muestra al mismo. En este punto, evidentemente, influye el tiempo y la mecánica de transporte.

Los usuarios de los servicios médicos públicos tienen derecho a verse apoyados y atendidos con cercanía y profesionalidad, sobre todo, cuando se ha demostrado durante años la eficacia del trabajo de los laboratorios clínicos y de anatomía patológica en el apoyo al diagnóstico clínico de los hospitales de Tudela y Estella, respectivamente.

Hay otro tema con el que, como formadores de los técnicos de laboratorio, también estamos en desacuerdo. Se trata de la anulación de la Oferta Pública de Empleo para los técnicos de laboratorio clínico en 2012, en concreto 12 plazas que estaban propuestas que ya no se van a convocar.

Recuerdo que Navarra tiene como bandera la innovación en sector biomédico, y según el Plan Moderna, se intentará reforzar el capital humano del mismo (Plan de Acción del Plan Moderna, junio de 2010). Ahora que el Centro de Investigación Biomédica del Departamento de Salud va a comenzar su andadura, en verano de 2012, no parece el mejor momento para desaprovechar la ocasión de la entrada de nuevos profesionales públicos, los técnicos de laboratorio, que aporten el apoyo que los equipos humanos de los laboratorios de investigación necesitan.

Maite Campistegui Huici

Profesora de Estna