EL presidente de la CEOE, Juan Rossell, no contento con su inestimable contribución a que España siga ostentando el récord de parados de la Unión Europea y que millones de trabajadores que aún conservan su empleo sean cada vez más pobres bloqueando la negociación colectiva y provocándoles la pérdida acumulada de poder adquisitivo, se mete en camisa de once varas, afirma que sobran empleados públicos y pide que se les pueda despedir.

Una vez más se intenta desprestigiar a los empleados públicos ante la sociedad, con un discurso que, intentando convertir en verdad una mentira repetida cien veces, insiste en lo poco que trabajan, su estatus privilegiado y su gran número, azuzando el enfrentamiento de los desempleados y trabajadores de la empresa privada con los funcionarios. Frente a estas falsedades, datos. Uno de cada cuatro empleados públicos son temporales, y muchos de ellos son mileuristas. En sectores como la educación, la sanidad o la Administración local, la temporalidad supera el 35%.

Además, en España, la población empleada en el sector público es inferior al 10% del conjunto de los asalariados, mientras que la media de Europa es del 16%. Por ejemplo, en Francia se alcanza el 17% y en Dinamarca el 25%. En España, el gasto público es inferior al resto de los países de la UE, siendo nuestro país el que menos gasta en salarios de los empleados públicos.

La UGT cree que ya es hora de que se valore la importante labor que están realizando los empleados públicos y se deje de utilizarlos como cortinas de humo para desviar la atención sobre los auténticos problemas que tiene el país y conseguir con ello la transferencia de servicios públicos a la iniciativa privada mediante externalizaciones y privatizaciones.

Es indignante ver cómo desde la CEOE, una vez más, se intenta desviar la atención de la crisis y de la enorme responsabilidad que en su desencadenamiento tuvo el sector financiero, con importante presencia en la organización empresarial, para apuntar a los empleados públicos y ocultar así la incapacidad o nula voluntad de algunos para crear puestos de trabajos de calidad.

Estamos observando en los últimos meses cómo las únicas soluciones que se proponen para paliar el déficit de las administraciones es el recorte de los servicios públicos, sin decir una palabra de cómo atajar el fraude fiscal, reducir la economía sumergida o acometer una reforma tributaria progresiva, ni realizar una sola propuesta sobre políticas para activar el empleo.

La UGT va a seguir defendiendo el papel de los empleados públicos y respondiendo a las campañas de desprestigio hacia quienes prestan servicio a los ciudadanos en el ejercicio de sus derechos y en situaciones de necesidad, como es el caso de los profesionales que cuidan a los enfermos y a los mayores, educan a los niños, garantizan la seguridad y la justicia, desempeñan las funciones de socorro y responden en situaciones de emergencia. Porque es de justicia y porque son trabajadores.

Jesús Santos

Secretario de Acción Sindical de la UGT de Navarra