La paciencia es la madre de la ciencia, dicen. Y ciencia y paciencia se han dado la mano para que la Brigada de Delitos contra el Patrimonio de la División de Policía Judicial de la Policía Foral haya resuelto, seis años después, el robo con fuerza cometido en una vivienda de Burlada por una persona que hasta ahora no tenía ni cara, ni nombre, y que por fin ha sido identificado gracias a los restos de sangre que fueron hallados en la escena de los hechos.
Los titulares de una vivienda ubicada en la citada localidad navarra denunciaron en agosto de 2019 un robo en el interior de su domicilio. Agentes de la Brigada de Criminalistica de campo recogieron rastros de lo que parecía sangre de uno de los armarios, que aparentemente pertenecían al autor de los hechos. Analizadas dichas muestras, dieron como resultado un perfil de ADN de un varón, que fue incluido en la base de datos nacional.
En julio de este año, la Policía Nacional detuvo en Galicia a un hombre de origen colombiano, de 26 años, por otro robo con fuerza similar. Tras realizar los cotejos correspondientes, se descubría que el ADN tomado al arrestado resultaba coincidente con la muestra recogida por la Policía Foral en la vivienda de Burlada. Actualmente, el joven se encuentra en prisión con una orden de expulsión pendiente.