No parece que en este reino de máscaras, tricornios y bonetes, medallas y capirotes, hallan variado sus ritos y biorritmos durante siglos?La literatura antigua ?no digamos la picaresca-, satiriza con acidez a los profesionales de la gobernanza. Hay infinidad de textos harto elocuentes. Desnudan tanto a las entrañas de nuestros garitos parlamentarios, como a los bien cebados tertulianos, escribidores y pregoneros del “régimen”.
Traigo a colación uno del Guzmàn de Alfarache: “Éstos que lomienhiestos y descansados andan ventoleros, desempedrando calles, trajinando el mundo? hechos espumaollas, no siendo en parte alguna de algún provecho ni sirviendo? llevando y trayendo mentiras? parlando chismes, levantando testimonios, poniendo disensiones, quitando las honras, infamando buenos, persiguiendo justos, robando haciendas, matando y martirizando inocentes. ¡Hermosamente parecieran, si todos perecieran!”.Cuando la clase política, miente a la sociedad con tanto cinismo y desparpajo, es que la sociedad está en coma.“Hemos sacrificado nuestra sangre, no sólo por nuestros intereses, sino por los de todos?” Decía el “Nobel” Obama.
Se puede ser más cínico, pero no menos mentiroso.Pues con todo y ser mucho, parece poco comparado con este circo del cinismo, de la “trafulquería” y de la desfachatez que representa la piel de toro.Veamos?Dice el ambiguo y mentiroso Rajoy: “Gibraltar es un anacronismo colonial?, el último de Europa” (mentiroso) ¿Por qué no, Sr. Rajoy, Catalunia, Navarra, etc??“Las pensiones, no se tocan?” Atribuido, al acerbo de cualquiera de los numerosos mafiosos, del entorno de la Moncloa?“La justicia es igual para todos”. D. Borbón. Para todos los que no sean torturadores o de las hordas franquistas.
Para todo el que no sea de la élite del PPSOE, o de la jarca monárquica, o de la aristocracia financiera?etc?Los vascos sabemos bien que significar, someterse a esa justicia tan sumamente arbitraria. Sabemos que significa ser enjuiciados por magistrados que son habitualmente nuestros históricos enemigo, nuestros permanentes invasores? Y es que se trata del imperio donde no se ponía el sol, ni parece por las trazas que vaya a ponerse más?Porque, todo, la democracia, la justicia, las leyes, los derechos del ciudadano, todo? se cuela por el mágico embudo carpetovetónico.
Tal embudo es el que ha colado al fascismo y a la intransigencia española. Pasar dicho embudo y brotar como demócratas. Eh ahí uno de los grandes milagros del trapicheo de la cacareada transición. ¿Como se entiende sino, que un personaje ?personajillo ya desde tiempos remotos- como Felipe Gonzalez, pueda decir eso sí, fundado en auténticos principios democráticos?-, que “la independencia de Cataluña es imposible”.
Uno no es quien para recomendar a nadie y mucho menos a alguien que en público auto de fe, renegó de Marx. Pero por supuesto que ni el viejo Rousseau, mucho menos el decimonónico Prudhon, osarían lanzar semejante aseveración. Sin embargo, el maquiavélico Felipe ?el gran maestro Tartufo- sacudiéndose la naftalina, se ha atrevido. ¿Qué tendrá de especial, me pregunto, el tipo este que -como el agua de Ruidera- se asoma en momentos álgidos, nos endiña su oráculo o engreída boutade y hace mutis por el foro?¿Qué fantasma de demócrata es el tal expresidente, para quien la voluntad de la ciudadanía catalana, no vale un pimiento? La verdad, como contrapartida, es que a la ciudadanía catalana, las opiniones de tal maestro tartufo y de toda las huestes neo-demócratas o franquistas, le traerían al pairo.
El tema es, que todos estos demócratas de embudo, son radicalmente tramposos. ¡Cuánto cambiaría el discurso -como cuando tratan con la pérfida Albión- si de una vez por todas, prescindieran de sables y tricornios!O sea ?he ahí, las maravillas del embudo español- con el señor Camerón and company, discreción, negociación y sombrerete. Con el catalán, vasco o saharaui ?en su caso-, palo, desprecio, desconsideración?Efectivamente, el embudo ibérico es mágico y los encargados de colar la mercancía, unos prestidigitadores tan pícaros como villanos. ¡Buena nos espera con estos demócratas de toda la vida!