cada año, la Escuela Oficial de Idiomas de Pamplona realiza los exámenes de certificación de los niveles B1, B2 y C1 tanto a alumnos oficiales, que acuden a clase, como libres, que únicamente hacen el examen.
El año pasado la matrícula libre para los exámenes de inglés aumentó significativamente, dificultando la labor de los profesores examinadores y llevando al Departamento de Inglés del centro a llamar la atención al respecto. Hasta en tres ocasiones se avisó al Departamento de Educación del Gobierno de Navarra, en particular al Servicio de Idiomas y Enseñanzas Artísticas (SIEA), de la necesidad de tomar medidas al respecto, so pena de encontrarnos con situaciones imposibles en el futuro. Desafortunadamente, se hizo caso omiso de dichas advertencias y, como predijimos, han llegado las dificultades en forma de avalancha de candidatos a realizar los exámenes de certificación, traducida en cifras a 3.000 candidatos, 66% libres y 33% oficiales, aproximadamente.
Ante tal situación, una vez más recurrimos al Departamento de Educación solicitando soluciones para un problema que se podría haber evitado, y de nuevo la respuesta ha sido, cuando menos, cuestionable. Las propuestas del SIEA siempre han ido más dirigidas a proyectar una imagen pública que a mantener la calidad del servicio, de tal manera que garantías básicas como la doble corrección de los exámenes escritos, aprobada en la Resolución 291/2011, de 29 de junio, ha quedado descartada (aplicable únicamente al 10% de los casos). Tampoco se han habilitado espacios acondicionados para poder examinar a los candidatos con las condiciones mínimas aceptables. No parece sensato aceptar más del doble de candidatos de los que se pueden alojar en las instalaciones y no dar ninguna alternativa.
El Departamento de Educación ha preferido hacer caso omiso de las exigencias de una corrección hecha con rigor, meditada, y ha preferido elaborar un calendario de exámenes con una distribución de tareas hecha con parámetros economicistas, meramente matemáticos -es decir, simplemente dividiendo el número de alumnos entre las horas de jornada de los profesores del departamento- y poco realistas. Constatamos con auténtica preocupación cómo lo único que parece importar es que los alumnos matriculados sean evaluados, aunque sea sin cumplir las mínimas garantías de calidad. De esta manera, ante el firme rechazo del alumnado oficial de finalizar el curso con dos semanas de antelación (como ya recogió DIARIO DE NOTICIAS), el SIEA nos concedió 2,25 docentes más como apoyo durante los exámenes. Esto es, obviamente, insuficiente.
Hace dos semanas, el Departamento de Inglés de la Escuela de Idiomas de Pamplona presentó una instancia solicitando la contratación de seis docentes de apoyo durante el periodo de exámenes, es decir, 3,75 profesores más, con el fin de no mermar la calidad de la evaluación de las pruebas. Esta alternativa, que nosotros consideramos razonable y que solicitamos de manera unánime los profesores de inglés de la EOIP, ha sido contestada desde el Servicio de Idiomas del Departamento de Educación con desdén. Resulta irónico que a los docentes no se nos reconozca, no ya nuestras demandas, sino ni siquiera como interlocutores, cuando somos precisamente nosotros quienes tendremos la responsabilidad de cargar con la corrección de todos los exámenes certificativos, oficiales y libres.
Dada la respuesta del SIEA, solicitamos ayuda al alumnado de inglés del centro, que nos ha apoyado firmando un documento en el que incidimos en la necesidad de contar con estos seis profesores más. Podemos decir con orgullo que una amplia mayoría de los alumnos que acuden regularmente a clase ha firmado la petición. Nuestros alumnos, más que nadie, entienden la necesidad de que los exámenes se realicen con los parámetros de calidad que establece la ley, ya que para mucha gente pueden suponer la diferencia entre el paro y un puesto de trabajo.
No podemos obviar el hecho de que sea el mismo Departamento de Educación -que no garantiza la calidad de nuestro trabajo-, el que exige al profesorado de primaria y secundaria obtener un certificado de idiomas con el fin de impartir docencia en su Programa de Aprendizaje del Inglés (PAI), en cuya rápida implementación tanto empeño ha depositado. Entendemos que el Gobierno no sólo tiene la labor de exigir lo mejor a sus trabajadores, sino que también ha de ser garante de la calidad de los servicios que ofrece.
Los profesores del Departamento de Inglés queremos manifestar que nos encontramos totalmente desbordados por estas previsiones y la carga adicional de trabajo que el Departamento nos obliga a asumir por su falta de previsión y su inoperancia. Creemos que en ningún caso una propuesta de solución puede ir en detrimento de unos alumnos que no tienen ninguna culpa de la improvisación del Departamento de Educación.
Firman este artículo: J.M. Galarza (Jefe del Departamento de Inglés), Carolina Sáez de Albéniz (Coordinadora del Departamento de Inglés), Herminia Blat, José Carte, Laura Escribano, Cristina Fernández, Farinaz Firooz, María Guerrero, Nuntxi Iriarte, Marian Larré, Isabel Lecumberri, Mª Dolores López, Michael McGrath, Mª Jesús Martínez, Geno Munárriz, Rafael Muneta, Carmen Muñoz, Carlos Remón, Colm Rush, Coro Zapata, profesores de inglés de la EOIP