En los últimos días los medios de comunicación se han hecho eco de la oferta que Caja Rural está haciendo de forma masiva a sus clientes para la eliminación de la cláusula suelo de sus hipotecas.

Sorprende comprobar cómo Caja Rural califica esta oferta de “solución” “pactada e individual”, y adoptada de manera “voluntaria” por la entidad financiera. Pudiera parecer que la entidad financiera quiere enmendar sus errores en favor de sus clientes.

La realidad es bien distinta. Desde este despacho queremos informar debidamente a los clientes que han recibido dicha oferta a fin de que, con independencia de que decidan finalmente aceptar las opciones que la entidad financiera ofrece, sean conocedores del compromiso que adquieren con la firma de dicho documento, y de la repercusión que el mismo puede tener a medio-largo plazo.

En primer lugar, advertir que la entidad financiera no actúa de manera voluntaria, sino como consecuencia del acorralamiento al que le han sometido nuestros jueces y tribunales.

Desde el año 2013, son abundantes los pronunciamientos judiciales del Tribunal Supremo y juzgados de primera instancia que determinan que la cláusula suelo es nula, en caso que no haya existido información clara de la existencia de dicha cláusula en el contrato de préstamo hipotecario, y de la repercusión que dicha cláusula iba a tener durante la vida de la hipoteca en caso de bajada de los tipos de interés. La entidad financiera, desde el 2013, ha hecho caso omiso a estos pronunciamientos judiciales hasta ahora, cuando en Navarra, la Audiencia Provincial ha condenado eliminar de manera permanente la cláusula suelo, y la devolución de las cantidades indebidamente percibidas por este concepto desde el mes de mayo de 2013, con los correspondientes intereses legales. Es ahora cuando la entidad ha adoptado la decisión de contactar con sus clientes, probablemente por el temor a tener que realizar desembolsos económicos de manera masiva (la cantidad media a devolver desde el mes de mayo de 2013 asciende a 4.000 euros).

En segundo lugar, en relación con la oferta concreta planteada por la entidad: Caja Rural no ofrece en ningún caso la eliminación permanente de la cláusula suelo, ni propone ofertas que sean individuales, ni son adaptadas a cada caso, ni negociables, como afirma.

Caja Rural propone: o la conversión de la hipoteca firmada a un interés variable en una hipoteca a plazo fijo (tipo de interés fijo), o varias opciones que manteniendo el tipo de interés variable (esto es, condicionado al Euribor), eliminan de manera temporal (durante unos años) el suelo, no sin antes incrementar el diferencial que se aplica al Euribor.

Ello significa que una vez más la banca gana: los clientes no podrán beneficiarse a futuro de otra bajada de los tipos de interés como el que vivimos ahora (cuestión que con toda probabilidad se dará si atendemos al plazo medio de las hipotecas, 30 años, y las bajadas de interés que ya hemos vivido en años pasados); tampoco percibirán ni un solo euro de los que la entidad financiera ha estado cobrando de más durante todos estos años a costa de la famosa cláusula; y, por supuesto, firmarán la correspondiente cláusula de renuncia a reclamar a futuro cualquier tipo de abuso que se produzca en relación a los tipos de interés.

Por todo ello, a fin de que no se reproduzcan errores motivados por la falta de información de los consumidores, con el consiguiente y habitual beneficio de la banca, animamos a los clientes de la entidad a informarse debidamente, y no renunciar a la defensa ante los juzgados y tribunales de los derechos que legalmente la ley les reconoce.

La autora es abogada