Llega el Black Friday. Y el Ciber Monday. Y con estas dos citas en el calendario, arranca ya la cuenta atrás hacia la época de mayor consumo anual: la Navidad.
Hace tres semanas, Salvados emitió un reportaje sobre el consumismo y nos hacía reflexionar sobre cómo en la sociedad actual tener parece importar más que ser. Mostró imágenes, por ejemplo, del lanzamiento del nuevo modelo Iphone, por el que un amplio grupo de personas hacía cola desde el día anterior a su puesta en venta para gastarse los más de 500 € que costaba el aparato.
Acertadamente, una semana después, emitió otro reportaje, esta vez sobre el coltán, ese mineral necesario para la elaboración de móviles cuya extracción en países como El Congo genera atroces situaciones especialmente para ellas: las mujeres y niñas, sistemática y brutalmente violadas, estigmatizadas y rechazadas por sus familias y comunidades como consecuencia. Vidas rotas en un sistema de consumo internacional difícil de entender.
Al hilo de esto, enmarcada en el ciclo África Imprescindible, podemos observar en la Ciudadela una exposición del fotoperiodista Gervasio Sánchez en la que se muestra, una vez más, los desastres que conllevan las guerras en países cuya riqueza natural (sea el coltán, sean los diamantes?) ha sido su condena, por la avaricia sin límite de compañías cuya ética social en estos territorios deja mucho que desear, por mucho que nos lo quieran ocultar a quienes consumimos sus productos en las sociedades pudientes.
Comentándolo con un círculo de amistades, una voz afirmó que, al ver de qué iba el citado programa, prefirió cambiar de canal, puesto que estaba cansada, decía, de ver tristezas en el mundo. Puede que sea esta reflexión una de las marcas de la sociedad occidental actual: cambiar de canal si no nos gusta lo que vemos. Es menos doloroso vivir en nuestra burbuja, obviando otras realidades, especialmente las que suceden a miles de kilómetros de nuestros hogares, sin reflexionar sobre qué podemos hacer para cambiarlas.
Las ONGD que formamos parte de la iniciativa Día Sin Compras en Pamplona tenemos la convicción de que el tipo de consumo que hagamos en los países occidentales puede contribuir a generar cambios radicales en otros territorios. Es la vieja ley de la oferta y la demanda. Si solicitamos productos éticos, las compañías se adaptarán para proporcionárnoslos.
Así que, un año más, animamos a pensar antes de comprar. ¿De verdad necesito tanta ropa? ¿En serio tengo que cambiar de móvil con tanta frecuencia? ¿Dónde puedo comprar cerca de mi casa café, azúcar, chocolate? de comercio justo? ¿Y si en vez de comprar en una gran superficie lo hago en la tiendita de mi barrio (ya que cada vez hay más bajeras vacías)?
Son pequeñas acciones al alcance de nuestra mano las que cambian las desigualdades. Identificarlas, tomar conciencia sobre ellas y actuar en consecuencia contribuye a crear un mundo más justo e igualitario.
¿O mejor cambiamos de canal?
OCSI Navarra, entidad promotora, entre otras, del Día sin Compras