Síguenos en redes sociales:

El bullying en mi trayectoria como enfermo mental

Hablar del bullying para mí supone un esfuerzo mental añadido por el dolor que me ha generado en mi vida, tanto a mí como a mi familia.

De pequeño, cuando tenía 9 años y estudiaba en Escolapios, sufrí bullying (acoso escolar). Oculté el dolor y el daño que me estaban causando los compañeros del colegio a mi familia, a mis aitas y a mi hermana hasta hace pocos meses, y ya tengo 52 años. Lo oculté porque prefería sufrir yo y no mi familia.

De ahí vinieron ya en la juventud y en la etapa adulta de mi vida sucesos antolíticos que sufrí yo, terceras personas y mi familia. En el colegio, si intentaba jugar a un deporte o a las canicas se metían conmigo, me insultaban o me pegaban y si no, se reían de mí.

De mayor, cuando trabajaba de profesor de baloncesto, muchas personas se metían conmigo y se reían de mí. Mucha gente con maldad también cuando era delegado de un equipo de baloncesto muy conocido entonces. Aguanté años y años, quizás demasiados, hasta que me hice fuerte hace unos años.

Solo pretendo con este artículo que las personas que se hayan sentido así en su vida, que lo digan, que lo expresen y lo denuncien porque si te lo callas, como lo he callado yo, no superas nada en la vida, te frustras y del bullying, si te lo callas, pueden venir muchos hechos antolíticos.

Gracias aitas y gracias al centro psiquiátrico Padre Menni por haberme hecho un hombre maduro, sereno y libre. Gracias a la psicóloga Marta Vallés.