la Dirección del Departamento de Obras Públicas de Navarra no parece que quiera facilitar los nuevos informes de seguridad de estos dos túneles.

Transcurridos casi tres meses, y a pesar de haberse requerido en dos ocasiones, los informes no llegan a manos de los representantes municipales. Los informes ya realizados tal y como aseguró el director de Obras Públicas en la reunión mantenida el pasado mes de octubre con los representantes de los Ayuntamientos de la N-121-A, reflejarían el nuevo nivel de seguridad establecido para estas infraestructuras después de las obras llevadas a cabo en el pasado 2018.

Los anteriores informes (año 2015) determinaron un alto nivel de peligrosidad para ambos túneles. Entonces, más de treinta Ayuntamientos instaron al Gobierno a que adoptase urgentemente medidas paliativas de dicha situación. Durante 3 años el ejecutivo ni adoptó medida alguna, ni se puso en contacto con las entidades municipales afectadas.

Los túneles de Belate siguen sin ser seguros. Las obras llevadas a cabo en 2018 apenas han rebajado su alto nivel de peligrosidad. Este sigue creciendo según aumenta el número de camiones que los transitan.

Ayerdi ha sido mal asesorado. Obras innecesarias ya que no eran exigidas por la Directiva Europea (en contra de lo que aseguró el Gobierno). Obras que no han reducido el presente riesgo de incendio y que han supuesto una buena partida de dinero y el cierre de estos túneles durante 5 meses.

Hay que aclarar que los túneles en sí no son peligrosos. Un mismo túnel puede resultar muy seguro o muy peligroso dependiendo del tipo de vehículos que lo transitan. Es decir, en el caso de Belate su seguridad sería aceptable si se rebajase el número de camiones que lo atraviesan. Actualmente pasan por ellos diariamente una media de 3.500 vehículos pesados (1.000 camiones más que en el año 2014). De estos, unos 2.500 son camiones de transporte de mercancías “de paso” que no tienen origen ni destino en la comarca de la N-121-A.

Gran cantidad de incidentes

Las nuevas normativas de seguridad para túneles europeos surgieron a raíz de la gran cantidad de personas que perdieron la vida en incendios producidos por vehículos pesados. 70 personas fallecieron en tan solo 4 incendios.

Debido a la pronunciada pendiente de su acceso, en los túneles de Almandoz y Belate son frecuentes los incidentes que se producen por el sobrecalentamiento de los motores de camiones. Después del incendio de 2011 en el interior del túnel de Belate, otros cinco trailers han ardido muy cerca de las bocas de entradas de estos túneles. Anualmente, en sus interiores se producen una media de cuatro conatos de incendio.

El volumen de humos producido por el incendio de un camión dentro de un túnel es capaz de provocar consecuencias catastróficas. La muerte por asfixia es cuestión de segundos. Los túneles de Belate y Almandoz no tienen salidas de emergencia.

El Gobierno no puede eludir este riesgo y debe de alguna manera reducir el alto nivel de peligrosidad de estos túneles. Estudios del año 2015 indicaron que sería suficiente el desviar a la A-15 el volumen de camiones “de tránsito” para establecer un nivel de riesgo asumible en el túnel de Almandoz, y reducir muy notablemente el de Belate.

Falta de prevención

La conducta que adopten las personas atrapadas en un incendio es clave. La Directiva Europea exige la periódica organización y puesta en práctica de campañas de información sobre el correcto comportamiento de los personas especialmente por lo que respecta a los incendios. En casi cuatro años, el gobierno no ha hecho ni una sola campaña de divulgación de los citados aspectos.

A pesar del esfuerzo realizado por diferentes servicios, tampoco se ha llegado a actualizar el Plan de Emergencias para túneles de Navarra. Obligado Plan que establece el modo en el que la administración Navarra debería actuar a la hora de preservar la seguridad de las personas envueltas en una emergencia.

El plazo marcado por la Directiva Europea para procurar un buen nivel de seguridad en estos túneles lo tenemos a la vuelta de la esquina, abril de 2019. “Nos pilla el toro”. El tiempo de construir una galería de evacuación de personas y otros requisitos exigidos implicará que a falta de prevención, seguiremos durante mucho tiempo asumiendo riesgos inaceptables.

Operatividad insuficiente de los servicios de emergencia En casos de emergencia, la primera respuesta la da el personal de la empresa que gestiona los túneles desde el Centro de Control de Belate. Cuando se trata de incendios, la empresa no cuenta con equipos de primera intervención para solventar estas situaciones por lo que se ha de esperar hasta la llegada de los primeros servicios de emergencia públicos. En este caso, el tiempo de respuesta de estos (Bomberos de Oronoz), es excesivamente largo, por encima de los 20 minutos. Unido a otras carencias (poca formación, vehículos inadecuados, ausencia de simulacros con el resto de servicios?) pone en duda la eficacia en el rescate y la extinción, añadiendo un alto riesgo para los intervinientes.

En túneles de este tipo, en los que el riesgo de incendio de vehículos pesados está presente, es habitual que la empresa a cargo proporcione esta respuesta.El autor es bombero en Oronoz y miembro de la Comisión de seguimiento de las obras de Belate