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Proyecto Hombre, la realidad de la adicción

Advierte del aumento de las adicciones vinculadas al juego y las apuestas deportivas, más entre jóvenes, junto al alcohol, el cannabis y la cocaína, insiste en que baja la edad media y crece el número de mujeres atendidas y reclama medidas legales

un año más, la Memoria de Actividad de la Fundación Proyecto Hombre sigue situando al alcohol como la principal sustancia referida por las personas usuarias de la entidad como motivo de la demanda de sus servicios, seguida de cocaína, anfetaminas y cannabis. No obstante, Proyecto Hombre advierte de que las principales preocupaciones y retos de futuro se centran en atender los problemas asociados a las nuevas formas de juegos de azar y a las apuestas. En este sentido, la entidad social confirma un gran aumento de las tasas de juego, caracterizada por nuevas formas de jugar, principalmente mediante juegos de azar on line (ruletas y casinos virtuales) y apuestas deportivas que están afectando a personas cada vez más jóvenes. Y casi un tercio de los solicitantes de ayuda comparten varias adicciones. Si alguna institución de ayuda a las personas afectadas por adicciones goza de prestigio y buenos resultados, ésa es Proyecto Hombre. El número de pacientes que superaron la adicción tras pasar por sus centros y la certeza de sus informes anuales, son suficiente garantía para tomar en serio las advertencias que plantea a la sociedad respecto a la evolución de los diferentes problemas de dependencia. Ya lo hizo hace unos años con el avance del consumo de cocaína o la vuelta de la heroína, también con los crecientes problemas de consumo de alcohol entre los más jóvenes y ahora apunta al mundo del juego y de las apuestas, igualmente con un afección especial entre los menores y jóvenes. Proyecto Hombre realizó 385 nuevas demandas de atención en 2018 y finalmente 215 de ellas ingresaron en alguno de sus tratamientos y en su Memoria apunta también la necesidad de diferenciar la atención terapéutica entre hombres y mujeres. Y, sobre todo, abordar las situaciones de adicción, además de con un criterio generacional y de edad, con decisiones legislativas en el ámbito de Navarra que faciliten la puesta en marcha de cortafuegos legales similares a los que se han puesto al consumo de tabaco con cada vez mejores resultados. Actuaciones legislativas cuyos objetivos se deben ser muy superiores a la afección puntual de la adicción a costumbres más o menos arraigadas. Porque las adicciones y las drogadicciones pueden cambiar de estímulos o de sustancia, pero sus consecuencias y secuelas sociales, personales y económicas, tanto individuales como para el conjunto de la sociedad, siempre son negativas.