iempre he pensado que conviene hacer pedagogía en torno al Convenio, no solo fuera de nuestra Comunidad Foral, sino también dentro de ella.

Pedagogía dirigida a toda la ciudadanía en su conjunto, y más en concreto a quienes son profesionales de la materia, al tejido empresarial, al conjunto de contribuyentes y también, evidentemente, a quienes ejercen sus cargos como representantes públicos.

El Convenio Económico de Navarra, desde un punto de vista técnico, pone su foco en materia tributaria y en materia financiera. Es el sistema de financiación propio de Navarra, que deriva de sus derechos históricos amparados constitucionalmente, y es la potestad de nuestra Comunidad Foral para establecer y recaudar sus propios impuestos.

Quiero aprovechar estas líneas para hacer una pequeña reflexión sobre dónde estamos y a qué debemos aspirar en materia de Convenio Económico.

Tenemos el reto de ser capaces de trasladar y explicar que Navarra es solidaria con el Estado. Debemos cuidar nuestra autonomía fiscal y nuestro compromiso tiene que ser defender con toda la intensidad necesaria los intereses de la comunidad en un Convenio Económico que tiene origen constitucional, es bilateral e indefinido. Bien distinto, por cierto, del Concierto Vasco.

La solidaridad navarra con el Estado se ve reflejada en el Convenio en las diferentes materias a las que va destinada a la aportación de las navarras y los navarros.

La aportación íntegra de la ciudadanía navarra por actuaciones de los Presupuestos Generales del Estado representa los siguientes porcentajes sobre el total: a los intereses generados por la deuda de todos los españoles aportamos 28,7%; a las relaciones financieras con la UE aportamos un 10,9 %; a las pensiones no contributivas aportamos un 8,7%; a la asistencia al desempleo aportamos un 7,5%; al coste del sector eléctrico aportamos un 3,8% y así en muchas otras cuestiones...

Estas que he mencionado son algunas de las áreas a las que van los porcentajes más altos de nuestra aportación y, probablemente, también puede que sean algunas de las más desconocidas.

De cara a los contactos que, de forma inminente, vamos a mantener con el Gobierno de España en esta materia, es importante el hecho de tener como interlocutor un ejecutivo que conozca en profundidad nuestro convenio económico y que, por supuesto, sea respetuoso con nuestro marco institucional.

Las transferencias de tráfico o de la sanidad penitenciaria son dos cuestiones que están sobre la mesa.

Por cierto, son competencias que ya están recogidas en la LORAFNA, Ley Orgánica 13/1982, de 10 de agosto, de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, aunque los servicios referidos están pendientes de ser traspasados a Navarra.

En el plano fiscal, las conocidas tasas Google y Tobin también deberán articularse a través del Convenio Económico.

Por todo esto, es muy importante la responsabilidad y el conocimiento. De ahí que insista en la importancia de la pedagogía y lo necesario de sacar de la arena política al Convenio Económico. Flaco favor haríamos a la ciudadanía navarra si lo utilizásemos como arma en las disputas entre los partidos.

El instrumento jurídico que establece el sistema de financiación de la Hacienda de Navarra está regulado en la Ley 28/1990, de 26 de diciembre. En este 2020 tan importante para la ciudadanía navarra, se cumplen 30 años de esa ley paccionada.

Hoy es más importante que nunca ese pacto, y demostrar la mayor de las fortalezas para ahondar en él significará mantenerlo fuerte para poder seguir estando todos a una.

La autora es consejera de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra