El periodismo es una bella profesión que consiste en un conjunto de actividades relacionadas con la obtención, elaboración, interpretación y difusión de informaciones actuales o de interés para transmitirla al público a través de cualquier medio escrito, oral, visual o gráfico. Su relevancia es fundamental, y en el actual estado de alarma sanitaria fue considerado, desde el principio, como una actividad esencial. Desgraciadamente, en ocasiones, intereses ocultos degradan esta profesión, o ponen al descubierto mediocridades de profesionales en su desempeño.

Abundan en la prensa, reportajes y columnas sobre circunstancias difíciles que se han vivido durante la pandemia. Se han destacado noticias de complicaciones como trombosis, ictus, etc. de los que han padecido covid-19. Complicaciones, que de ninguna manera, representa la evolución normal de la enfermedad. ¿No es también cierto que unas anginas pueden provocar la muerte?, o ¿que un apendicitis también puede ser motivo de fallecimiento?, o ¿no es cierto que una salmonella podría derivar en una sepsia generalizada que provocara un fallo multiorgánico y como consecuencia la muerte? Todo ello es posible, pero no es una evolución esperable. ¿Qué intereses alberga el resaltar estas anomalías evolutivas en el desarrollo del covid-19? ¿Qué se pretende cuando se hace una falsa identificación entre las secuelas que produce la estancia en UCI, con los efectos del covid-19?

La semana pasada, en la edición nocturna del telediario (TD2) de La 1 de TVE, se introdujo con el comentario de que el coronavirus sobrevivía hasta 4 días sobre el papel, un reportaje sobre cómo los libros de una biblioteca eran embalados en cajas para una cuarentena de 14 días tras ser devueltos por los usuarios. Pues bien, dicho comentario choca con algunos estudios que dan a la presencia del coronavirus en el papel hasta un máximo de 30 minutos. En un informe que recoge el Ministerio de Sanidad, señala que en condiciones optimas de 22ºC y 60% de humedad, el nuevo coronavirus sólo permanece activo hasta un máximo de tres horas en superficies de papel, ya sean folios o pañuelos.

Recientemente el Gobierno de Navarra a través del Departamento de Salud, del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra y de la Agenda 2030 ha editado un tríptico sobre el coronavirus para la población general, que puede dar pie a un peligroso equívoco cuando señala que la enfermedad, covid-19, se transmite "al darse la mano o tocar objetos y superficies contaminadas". Formulado así, es absolutamente falso, ya que la enfermedad no se transmite por la piel.

Estos son ejemplos de los muchos comentarios que se hacen en los medios de comunicación que no responden a la realidad, y que como la langarra va calando en la población.

El uso de guantes, por parte de la población general, es una medida no recomendada por autoridades sanitarias, ya que no aporta una protección adicional respecto a la higiene de manos. El virus no puede penetrar en la piel sana y, por tanto, no tiene sentido usar guantes de látex de forma habitual para salir a la calle.

Respecto al uso de la mascarilla, expertos en medicina preventiva insisten en limitar las mascarillas a sitios cerrados donde no se pueda garantizar una separación física. El portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Jesús Molina Cabrillana lo deja claro cuando afirma que "en la calle o sitios al aire libre, si no hay aglomeraciones, no es necesaria". Es muy difícil infectarse si una persona se cruza con otra, a no ser que estornude o tosa justo en ese momento. Molina Cabrillana rechaza el hacer deporte con mascarilla porque no hay elementos científicos que sugieran su necesidad. Además, el uso de la mascarilla no es inocua desde un punto de vista psicológico. La cara es la zona corporal que más refleja emociones y actitudes. El 80% de la comunicación es no verbal, y el 55% es dado por la expresión del rostro. Uno de los rasgos que nos hacen identificar diferentes emociones es la boca. La risa, la sonrisa, la boca apretada, el gesto de los labios, etc, comunican más mucho más que las palabras. Cuidado con acercarse a niños pequeños y bebes con la boca tapada, todavía no sabemos qué consecuencias puede tener en su desarrollo emocional.

Los chinos, que es el modelo que más está siguiendo las autoridades españolas, tienen el uso de la mascarilla muy incorporado dada la contaminación existente en el aire, que lo hace irrespirable.

Mención aparte requiere la toma de temperatura. La Agencia Española de Protección de Datos emitió un comunicado donde expresaba "su preocupación por este tipo de actuaciones, que suponen una injerencia particularmente intensa en los derechos de los afectados". Por una parte, porque afecta a datos relativos a la salud de las personas, y porque, a partir de él, se asume que una persona padece o no una determinada enfermedad. Por otro lado, estaría desvelando a terceros que la persona tiene una temperatura por encima de lo que se considere no relevante y, sobre todo, que puede estar contagiada por el virus. En último extremo, las consecuencias de una posible denegación de acceso pueden tener un importante impacto para la persona afectada. Es por ello que ésta medida debe aplicarse solo atendiendo a los criterios definidos por las autoridades sanitarias, tanto en lo relativo a su utilidad como a su proporcionalidad.

La higiene de manos y el distanciamiento social son, en resumen, las líneas básicas para unas salidas seguras, pero cuidado con caer en un trastorno obsesivo compulsivo que te condicione la vida. He dicho.