A todo el personal que se hallaba en la terraza de la calle Olite esquina con calle Sansomain de Tafalla, donde estaba sentado con mi sobrino aquella mañana. Agradecer vuestra pronta ayuda e interés demostrado.No hubo necesidad de llevarle al médico, fue él mismo por sus propio pie. Al día siguiente corría por el monte como los corzos. Gracias a todos y cada uno de vosotros.