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la carta del día

Arquitectura para vivir mejor

oincidiendo con el Día Mundial del Hábitat, el primer lunes de octubre se conmemora cada año el Día Mundial de la Arquitectura. La Delegación en Navarra del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro (COAVN) organiza y propone durante esta semana diversas actividades para el disfrute ciudadano, trasladando la importancia y los valores de la arquitectura.

La realidad sobrevenida debido a la pandemia del coronavirus ha sacado a la luz que es el momento para reivindicar la transformación profunda que precisan viviendas, edificios, ciudades y territorios para ser más saludables y para contribuir al bienestar generalizado de la población. Durante estos meses todos hemos observado escenas surrealistas del espacio público que, a pesar de tenerlo ahí a diario, no percibíamos ni su cualidad ni la gravedad del alcance en que se ha tornado, reveladas durante el confinamiento. Exceptuando las grandes áreas verdes características de nuestra capital, más del sesenta por ciento de su superficie está destinada a los vehículos; desaparecidos éstos, hemos detectado con cierto esperpento el vacío creado. También hemos echado de menos el comercio cercano y valorado lo inmediato. Son múltiples causas las que nos han llevado a ello: envejecimiento del parque inmobiliario, estrategias comerciales importadas que hemos aceptado con cierta condescendencia, mayor movilidad laboral, el individualismo imperante€

Así, bajo el lema elegido este año por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Arquitectura para vivir mejor, deseamos mostrar a la sociedad cómo, a través del diseño arquitectónico y la planificación urbana, los arquitectos y arquitectas contribuyen al bienestar individual y colectivo de las personas.

Ante esta alerta imprevista se impone la necesidad de adoptar estrategias y actuaciones de calidad y mayor calado, a todas las escalas: desde la vivienda y los edificios a los barrios y manzanas de una gran ciudad y el territorio, como un todo interconectado que vaya más allá de la mera rehabilitación energética. Es necesario superar la idea del edificio como hecho aislado. Las actuaciones de regeneración urbana cercana al usuario, concebidas desde una visión global, se están demostrando como un instrumento eficiente que nos permite ser optimistas; la aplicación práctica requiere, más que nunca, repensar el urbanismo desde una escala más contenida y humana, el apoyo decidido de nuestros dirigentes y la determinación para acometer importantes inversiones cuyo retorno en términos de sostenibilidad, cohesión social y eficiencia económica no debe analizarse a corto plazo.

La riqueza de la diversidad de nuestra geografía y la dispersión de la población en los numerosos municipios nos hacen poner la mirada en las ciudades que más habitantes albergan, con especial atención a Pamplona y su área de influencia. No obstante, el apoyo enfocado a evitar la despoblación del entorno rural se antoja incluso más necesario para mantener la estructura sostenible que conocimos, adaptada a las condiciones de nuestro tiempo presente y futuro.

El debate actual en torno al nuevo Decreto de Habitabilidad debiera enriquecer el modo de entender nuestro espacio más íntimo, el mismo al que le hemos notado sus carencias y virtudes de un modo sorpresivo gracias al confinamiento. Hay quien dice que el mercado ofrece lo que la gente demanda, pero no estoy de acuerdo con esa afirmación; no es posible, o muy improbable, demandar lo que no se conoce. Por lo general los arquitectos tenemos la debilidad de vivir apasionadamente lo que es nuestro trabajo y, cuando realizamos vivienda colectiva, tenemos como fin último la satisfacción de las personas que las habiten por muy anónimas que éstas nos resulten cuando nos encomiendan proyectarla. Nos encantaría poder ofrecer más, pero el encorsetamiento normativo, sumado a múltiples factores, nos lleva a que el producto resultante sea en cuanto a calidad espacial y versatilidad, cuando menos, similar. Sin embargo, nos encontramos ante el tejido social más diverso de la historia, con unidades familiares heterogéneas que tienen necesidades cambiantes a lo largo de su vida, realizamos funciones que ni tienen por qué, ni queremos, que estén vinculadas a un habitáculo concreto, nos topamos con la realidad del difícil acceso a la vivienda€ ahora también es el momento de adaptarse a esta nueva realidad.

No se ha querido olvidar tampoco en esta edición la trascendencia del legado arquitectónico del Movimiento Moderno en nuestra comunidad y la labor de documentación y registro llevada a cabo por la Fundación docomomo ibérico, por lo que el día 9 de octubre se instalará la placa de reconocimiento a la plaza de los Fueros, obra de Estanislao de la Cuadra y Rafael Moneo, que resolvió con maestría un nudo de tránsito complejo y terminó de definir el espacio construido circundante resultando indisoluble en su comprensión, creando así ciudad.

Estoy seguro de que el trabajo de nuestros colegiados, de reconocida calidad, contribuirá con la máxima intensidad a configurar esta nueva realidad que nos permita vivir mejor.

El autor es presidente del COAVN en Navarra