l reciente acuerdo de pensiones firmado entre el Gobierno, agentes sociales (CCOO y UGT) y las patronales CEO y CEPYME, corrige la senda de la imposición que puso en marcha el PP. El Pacto de Toledo nació fruto del consenso y así ha sido mantenido hasta que el PP decidió dar por finalizada la necesidad de consensuar entre todas las partes y aplicó su reforma del 2013.

Con este acuerdo derogamos la reforma no consensuada y volvemos a la senda de la negociación y el acuerdo, un punto muy importante para la estabilidad social y económica de las pensiones. Las negociaciones nunca son fáciles y de eso en CCOO tenemos gran experiencia, pero los resultados consensuados dan siempre estabilidad a los acuerdos, por eso es tan importante que todos los agentes implicados en la negociación hayamos conseguido llegar a este acuerdo.

Es un acuerdo urgente y necesario porque la situación generada desde la imposición del año 2013, por parte del gobierno de Rajoy, solo añadía incertidumbre y malestar a los actuales pensionistas, así como también una gran inquietud a las personas que tarde o temprano pedirán su entrada en el sistema público de pensiones. Si bien las grandes movilizaciones encabezadas por los agentes sociales, junto a la entrada de un gobierno de izquierdas, hicieron que la reforma impuesta por el PP no se aplicase en su conjunto en los últimos años.

En este sentido es de gran importancia dejar de lado el discurso de que la sostenibilidad del sistema se tiene que basar en recortes y la apertura a las grandes aseguradoras y bancos, que son quienes especulan con el miedo sobre el futuro del sistema de pensiones.

El logro de un acuerdo que concreta y asegura el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones, junto a garantía de la financiación del sistema por parte del Estado, es algo crucial porque pone las bases sobre las que trabajar para tener un sistema de pensiones públicas sin sobresaltos a medio y largo plazo.

Este acuerdo afecta por un lado específicamente a los y a las pensionistas y recoge las reivindicaciones de las movilizaciones de pensionistas que realizamos ante la agresión del PP, afianza la garantía del poder adquisitivo en base al IPC medio del año anterior, fórmula que es aplicada en muchos convenios colectivos para garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras activos. Se amplía con carácter indefinido la salvaguarda para que las personas despedidas antes del 2013 y que no han podido encontrar trabajo, se puedan acoger a la legislación más beneficiosa para ellos o ellas.

Por otro lado, afecta a pensionistas y personas activas en otro punto muy importante como es la financiación de las pensiones, con este acuerdo queda regulada la aportación del Estado en base a los presupuestos. El Gobierno como garante público del sistema de pensiones aportará, vía transferencia anual, en torno al 2% del PIB, 21.000 millones de euros. No menos importante es que los gastos impropios que se cargan sobre el sistema de pensiones dejaran de hacerlo. También se modifica la cotización de los trabajadores autónomos, de manera que pagaran en base a sus ingresos reales, pagando más los que más ganan y menos los que menos ganan.

El acuerdo afecta también directamente a las personas activas ya que se elimina el factor de sostenibilidad que era otra de las reivindicaciones sociales, factor que reducía la cuantía de la pensión en base a la esperanza de vida y que afectaba al momento de acceder al sistema de pensiones.

En las jubilaciones anticipadas involuntarias se reducen de forma generalizada los coeficientes reductores y se aplicaran mensualmente, no trimestralmente como se venía haciendo hasta hora. En las pensiones voluntarias también se reducen en su mayoría los coeficientes reductores y se reconocen nuevos derechos a parejas de hecho, mujeres, jóvenes becarios, fijos discontínuos etcétera.

Curiosamente son dos partes antagónicas las que se han posicionado contra el acuerdo; quienes quieren hacer negocio con el miedo y la inestabilidad del sistema de pensiones para especular con los planes de pensiones privados y quienes nunca son capaces de llegar a acuerdos. Como he subrayado este acuerdo recoge demandas importantes que históricamente hemos abanderado desde el movimiento de pensionistas. Es un buen acuerdo porque revaloriza las pensiones, dota de certidumbre al sistema y lo hace viable.

Por otra parte, no hay que olvidar que tenemos pendiente también la derogación de las reformas laborales de 2010, 2012 y la subida del salario mínimo interprofesional, no olvidemos que la única manera de tener pensiones dignas es mediante los convenios colectivos, con unos salarios justos, ya que los salarios precarios nos llevan a pensiones más precarias todavía. Además la negociación para reforzar el sistema de público de pensiones continuará, por nuestra parte seguiremos trabajando en la negociación de un segundo bloque para seguir consiguiendo mejoras para los pensionistas y trabajadores en general.

En definitiva este acuerdo lo que nos da es confianza y tranquilidad, tranquilidad en el presente y confianza en el futuro del Sistema Público de Pensiones.

El autor es secretario general de la Federación de Pensionistas de CCOO