n un artículo de este periódico nos cuenta de qué están hechas las gominolas: azúcar, agua y aditivos (gelatina de origen animal que se obtiene a través de la ebullición prolongada de huesos, cartílagos, articulaciones, pezuñas y pieles de cerdo, cabezas de pescado, cuernos y pezuñas de ganado).

Y la que se puede liar. Años y años intentando educar a los txikis para que tengan una alimentación saludable, alejada de excesos de azúcar, y ahora nos encontramos con que dos grandes autoridades en temas de salud confirman lo siguiente: "Desde el periódico El Confidencial avisan que la gelatina de origen animal es una buena fuente proteica porque contiene doce aminoácidos esenciales". ¡Cuidado! Que no sé si será errata de transcripción o que el periódico economista-financiero ha extendido su ámbito a la investigación científica y ha descubierto 3 aminoácidos nuevos...

Además, el artículo comenta que "en 1998, un estudio patrocinado por la empresa Nabisco explicaba que esta gelatina podía ser beneficiosa para las personas que sufren artritis reumatoide y otras enfermedades causadas por un deterioro del cartílago articular".

Para empezar, miremos quién patrocinaba el estudio. Normal que una empresa dedicada a la fabricación de chuches nos la quisiera colar, pero muy descarado que se nombre esa investigación como argumento a favor de las gomis, ¿no? Igual a los afectados por artritis reumatoide sería mejor aconsejarles que se coman un buen plato de garbanzos, por ejemplo, que aunque a estas alturas haya mucha gente que no lo sepa (incluidos sanitarios), sí tienen los 9 aminoácidos esenciales para el ser humano, además de otros muchísimos nutrientes favorables para la salud, en vez de animarles a ingerir un producto que contiene un 95% de azúcar y un 5% de restos de lo que la industria cárnica desecha.

En el artículo también indica que las personas veganas no deben comer gominolas, y me gustaría hacer una aclaración. Los veganos/as no tenemos deberes impuestos, no es que no podamos comer esto o aquello. Es que no queremos. Hemos elegido llevar un estilo de vida (en el que se incluye la dieta) más saludable y respetuoso por los animales, por el planeta y por nuestra salud. Aunque también haya días en que no nos resistamos al vicio de las chuches y caigan unas cuantas gominolas, eso sí, sin restos de cadáveres, que por suerte ¡también las hay!

La autora es mamá y vegana que a veces come 'chuches'