Un balance postpandemia necesario
l primer sábado postpandemia tuvo muchos motivos de celebración. Los datos positivos de covid, la caída de las restricciones, el anuncio de Salud Pública del fin de la pandemia, unido al veranillo de San Miguel y el triunfo de Osasuna hizo que ciudades, barrios y pueblos se echaran a la calle para recuperar su agenda festiva con mayor libertad. Una jornada que además coincidían con las no fiestas de localidades como Atarrabia o Cortes en un arranque de otoño que apenas unos meses antes no lo hubiéramos imaginado a juzgar por los datos de contagios. La normalidad sin duda está más cerca, una normalidad también subjetiva y así lo demuestra el hecho de que muchas personas todavía sigan llevando mascarillas por responsabilidad y prudencia en espacios de exteriores, sin olvidar que en espacios interiores sigue siendo obligatoria aunque no para todos. Al respecto tienen razón los hosteleros cuando reclaman que su control tiene que ser individual. Mientras en algunos países el final de la pandemia parece no tan lejano, en otros en cambio no se ve todavía luz al final del túnel. Aquí desde luego las vacunas han conseguido doblegar al virus y la pandemia se da por controlada. En busca de esa normalidad estamos todos y todas pero no podemos olvidar lo que ha costado llegar hasta aquí. Han sido 19 meses de sufrimiento y trabajo, también es tiempo para reflexionar sobre lo que nos ha aportado esta pandemia y lo que nos ha enseñado. DIARIO DE NOTICIAS ha contactado con diferentes personas del ámbito sanitario y sociosanitario, pacientes con Covid y usuarios de residencias, para hacer balance de esta crisis. María Pilar Martínez vivió la pérdida de su madre el mismo día del estado de alarma. Tras Mari Cruz más de 1.240 personas han perdido la vida en Navarra por culpa del coronavirus. A la pérdida de un ser querido se sumó la imposibilidad de despedirse y muchas personas tuvieron que morir solas en la campa de un hospital o en una residencia. “Yo se que el virus está ahí y que sigue siendo peligroso aunque mucha gente no lo vea o quiera actuar como si nada”, admite Damián Roku-Epitié, policía foral que estuvo 62 días en la UCI. Gestionar la covid desde “la incertidumbre” ha sido “muy dificl”, asegura Ana Ariztegui, jefa de Cuidados Asistenciales de Osasunbidea, con una experiencia que “ha permitido mi desarrollo profesional y personal”. Y Carlos Ibero, coordinador de plantas covid del CHN, da otra clave de lo que debemos valorar: “Me siento muy afortunado por las grandes personas que he conocido mejor en este periodo”.