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Meteoritos

Peteneras

l ministro Grande-Marlaska pasó la mano aduladora por el lomo amigo del diputado del PNV -el exquisito grupo interrogador de cabecera en este escabroso asunto- antes de salir por peteneras. Su incomodidad era visible en la sesión parlamentaria de control al Gobierno al enfrentarse otra vez al caso Zamora. Su impotencia para una respuesta directa y clara destilaba irrelevancia en su peso político. Falta de gallardía. Una maraña de excusas legales y reglamentarias para concluir con un que se lo mire en los tribunales. Desde la Abogacía del Estado hasta instancias europeas han dejado sentado que no fueron formas de proceder. El auxiliar de vuelo Patxi Zamora Aznar (Pamplona, 55 años), con tres décadas de impecable expediente laboral en Iberia, vio retirada su tarjeta aeroportuaria en 2017 mediante comunicación denegatoria de la Guardia Civil. El asunto desembocó en despido improcedente. Convicción moral: motivos ideológicos. Depuración. Aunque el ministro niegue "persecución política". No ha sido el único caso en el gremio. Zamora figuró en la lista de ANV para Zizur Mayor (municipales de 2007), pero no recogió el acta de concejal. Algunas listas fueron ilegalizadas. Transcurrieron diez años entre aquella candidatura y su exclusión profesional "para prevenir posibles amenazas para la seguridad de la aviación civil". Hasta las supuestas amenazas pueden quedar diferidas en el tiempo administrativo. No parece de mucho rigor, pues, la "comprobación de antecedentes reforzada". Más que por su oficio, Patxi Zamora era conocido como portavoz de Kontuz!, Asociación de Consumidores, Usuarios y Contribuyentes de Navarra, autor del libro Urralburu, corrupción al servicio del Estado (1996) y coautor de El banquete. Expolio y desaparición de la CAN (2014). Sobre Grande-Marlaska se ciernen sombras de sentencias europeas en la comprobación como juez instructor de denuncias por torturas. Como ministro, la sombra sobre la verdad del caso Zamora.