Con motivo del Día Internacional del Voluntariado

lo largo de todos estos años he tenido la grandísima suerte de conocer personas maravillosas que se han acercado a ofrecer su tiempo para apoyar y acompañar a las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que vienen a nuestras actividades. Recalco el concepto tiempo, tan importante y tan escaso en los tiempos que corren. Piensa en tu tiempo, ¿a qué lo dedicas? ¿A quién? ¿Dispones de mucho? Probablemente estas preguntas te hayan llevado a reflexionar y al punto al que quiero llegar, el tiempo es lo único real de lo que disponemos, el tiempo es lo que nos escasea a la mayoría de personas, el tiempo es lo que hace que las personas aprendan a diferentes ritmos, lo que nos permite envejecer, ser más sabias y tener más experiencias, viajar, conocer el mundo, relacionarnos, en definitiva, vivir. Nuestras personas en Anfas necesitan de más tiempo para realizar la mayoría de las actividades de la vida diaria y generalmente no encajan en los ritmos que impone el mundo. Siempre decimos que, si el mundo estuviera adaptado a todas las personas, a todos los tiempos no encontraríamos tantas diferencias, que la discapacidad reside en que no hay adaptaciones para todas las personas y que con los apoyos necesarios esa discapacidad se minimizaría hasta el punto de ser invisible. En el momento actual uno de los apoyos más importantes que tenemos en Anfas para llegar a apoyar y a acompañar a todas las personas que forman parte, son las personas voluntarias que deciden de manera altruista y solidaria ofrecer su valiosísimo tiempo en apoyar y eliminar las barreras que impiden a nuestra gente incluirse en la sociedad. Más de 600 personas colaboran anualmente en todas nuestras actividades y todas ellas lo hacen con una ilusión y dedicación que quita el sentido. Nunca tenemos palabras suficientes, ni gestos, ni tiempo para reconocer todo lo que hacen, son motor de cambio, sonrisas, respiro, un acto de reclamo de responsabilidad social, todo corazón, bondad, solidaridad. Gente de todas las edades, pero sobre todo gente muy joven, con todo el tiempo por delante, toda su ilusión y sus proyectos por formar y deciden dedicar unas horas a otras personas, compartir ese espacio temporal, que podrían dedicar a otras miles de cosas que es lo que más esperanza da y que me gustaría resaltar frente a la imagen negativa que últimamente se tiene de la juventud, les invitaría a alguna de nuestras actividades para que vieran la calidad humana de nuestra gente joven voluntaria y también verían mucha gente joven inmigrante que después de haber pasado penurias hasta llegar a Pamplona, una vez aquí deciden ayudar a otras personas a que tengan una vida mejor. Si esto no es admirable y objeto de que lo pensemos un rato, díganme qué otra cosa pueda serlo. Si esto no es digno de atención y de quitarnos el sombrero, díganme a quién tenemos que vapulear. ¡Aquí tenemos súper héroes y heroínas por todas partes!