or la igualdad desde el nacimiento. Una etapa de la vida decisiva. Una necesidad de reconocimiento de su carácter asistencial y educativo. Un deseo permanente en ciertos sectores de la sociedad de que sea el Gobierno de Navarra el que se haga cargo de ella. Una fractura indeseada: la oferta de escolarización desde los 2 años en colegios privados, al comienzo, y públicos e ikastolas también ahora. Una amenaza del alcalde de Pamplona: cuestionar la continuidad del Patronato de Escuelas infantiles municipales que tanto y tan bien ha trabajado en los últimos 40 años. Estos son los ingredientes básicos de un combinado difícil de gestionar. Y no me olvido del quizás más importante: la mejora de las condiciones de trabajo del personal laboral.

Nacemos diferentes. La educación en sociedad avala la igualdad de oportunidades. Los edificios, los recursos materiales, los comedores, el personal, las familias usuarias, son de alta calidad. ¿Qué le falta a la etapa?: la altura de miras política para un pacto, un acuerdo de consenso que solucione los temas que rebrotan de tiempo en tiempo por no haberlos solucionado de raíz.

La Red pública de escuelas infantiles debe aumentar la oferta de plazas, debe adecuar las tarifas mensuales a la realidad económica de las familias, debe ampliar horarios que faciliten la conciliación, debe seleccionar bien al personal, darle formación continua y reconocimiento social y económico. Hay muchos profesionales capaces de realizar un documento que permita al Parlamento de Navarra y al Gobierno zanjar de una vez las dudas suscitadas.

Hay muchos intereses particulares en este tema, como en todos los relacionados con la educación y la enseñanza. Es cierto. Por eso la acción política es indispensable para una buena gestión. Cualquier ideología no va a reforzar de la misma manera este servicio. En Navarra hay un problema añadido: la lengua vehicular. Así tenemos escuelas monolingües en castellano o en euskera. Otras bilingües, con inglés. Se puede decir que se viene actuando a demanda. Elemento clave. Conocida es la tendencia reciente y creciente de crianza materna de los recién nacidos a demanda. Nada que ver con lo que se practicaba hace 40 años. ¿Qué efecto físico y psicológico tiene tal práctica? ¿Tiene que ser a demanda todo lo demás? A los expertos me remito. Yo sólo he sido usuario de escuelas infantiles como padre y abuelo. También profesor de secundaria, bachillerato y universidad en las décadas del NO a ciertas demandas consideradas abusivas y nocivas para una buena formación emocional y técnica. Si no resolvemos este dilema será inútil exigir al Gobierno que mejore la educación infantil.

Con propósito constructivo sugiero:

1.- Es una etapa con dos ciclos. No se deben romper. No sería malo posibilitar la creación de algún centro de etapa completa. Ya irán a los seis años al colegio de mayores.

2.- Se deben compatibilizar las titulaciones de FP de grado superior y Magisterio de infantil del personal laboral, clarificando sus funciones. Ya se hace de hecho.

3.- Se deberían priorizar el castellano y el euskera como lenguas vehiculares. Sin impedir que se puedan emplear, en algunas actividades, lenguas extranjeras. Asumiendo que ello condiciona enormemente el perfil del personal.

4.- La oferta universal, plazas para todos, y la gratuidad total sólo son defendibles si se declara etapa obligatoria. No me parece adecuado.

5.- La responsabilidad de la gestión debería compartise entre el Gobierno de Navarra y las corporaciones locales. Reparto de cargas y recursos.

El debate está abierto. Debe vencerse la inercia. El enfado de Enrique Maya por la pérdida de la Carta de Capitalidad, creo que no le falta razón, ha avivado el fuego. Peligro. Hay que apagarlo cuanto antes.

El autor es profesor jubilado