ada vez que en los últimos cien años la URSS o Rusia han sacado los tanques a la calle para invadir a sus vecinos -en los prolegómenos de II Guerra Mundial, años más tarde en Checoslovaquia o Hungría-, cuando desde las tierras del Este soplan vientos de guerra, algunos oportunistas de negra sotana desempolvan las profecías de Fátima. Poco importa que haya pasado un siglo -con sus cambios políticos y sociales- desde que supuestamente la Virgen María se apareciera a tres pastorcillos portugueses y les confiara, según avala la Iglesia, tres secretos que han sido revelados con el paso de los años. En realidad, yo creo que el auténtico milagro ha sido edificar en aquel terruño un macrocentro de peregrinación que reporta suculentos ingresos económicos. Pero esa es otra historia. Decía que la irrupción violenta de Rusia en Ucrania ha dado pie a rescatar de nuevo uno de aquellos mensajes que, según una de las versiones que circula, diría lo siguiente: "Si atendieran a mis pedidos (se refiere a la consagración de Rusia al Corazón de María), Rusia se convertirá y tendrán paz. Si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia, los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas (...)". Esto me suena a esos que juegan siempre al mismo número de la lotería en la confianza de que alguna vez, no importa el tiempo que pase, a ellos o a sus descendientes les va a tocar. Estuvo cerca, en el asunto que nos ocupa, de que sucediera durante la Guerra Fría. Y ahora volvemos a acercarnos peligrosamente a ese momento en el que todo vuele por los aires. Me extraña que quienes invocan a Fátima, a ese recurrente "ya os lo dije", no hayan reparado en lo que advierte el presunto mensaje de la Virgen unas líneas más arriba de mencionar a Rusia. He encontrado lo siguiente: "Cuando vean una noche alumbrada por una luz desconocida, sepan que es la gran señal que les da Dios de que él va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, el hambre (...)". ¿Puede ser esa luz desconocida la que provoca estos días el polvo del Sahara suspendido en el aire y que esta madrugada era visible en Navarra..? No sé, nos están pasando muchas cosa extrañas en poco tiempo. Una mujer que respondía a una encuesta callejera de televisión aventuró ayer que lo siguiente será una plaga de langostas. Falta poco.

Cuando desde las tierras del Este soplan vientos de guerra, algunos oportunistas de negra sotana desempolvan las profecías de Fátima