Como novela, está muy interesante. Como actividad diaria que afecta a tu vida, un crimen. Lo pintes como lo pintes, judicialmente, constitucional y más mentes que te inventes; está bien para las guerras, para evitar muertes, para lo que quieras, pero no para controlar y saber qué es lo que de verdad piensan, sienten y desean tus compañeros, los que te apoyan oficialmente como un mal menor. No sé cómo se puede mandar a la calle a alguien que te traiciona, legalmente, pero habrá que buscar la forma de liberarte de las garrapatas cuando te comen la sangre, señor Sánchez.Usted es un experto en sobrevivir, cuando resulta ser un mal menor, evitando a los fachas y nazis; pero igual es mejor aprender cómo se comporta la ultraderecha que soportar que los que dicen ser demócratas y pensar como tú te clavan un cuchillo por la espalda mientras te abrazan.Piénselo y aclare las cosas.