“Apreteu y feu bé d’apretar (Presionad, hacéis bien en presionar)”: el president Quim Torra arengó así a los Comités de Defensa de la República (CDR). Lo contrario de lo que han hecho aquí Geroa Bai y Podemos (socios de gobierno), Izquierda-Ezkerra (socio parlamentario) y EH-Bildu (socio estratégico) con el PSN, mayoritario entre los sumandos para un Ejecutivo alternativo a la derecha hegemónica. Nada de apretar. El PSN es franquicia sumisa del PSOE. El gobierno de Chivite lo orienta la brújula de la Moncloa. Ningún partido asociado presiona por riesgo de fisuras. Solo algunas quejas puntuales. Geroa Bai, blandito; Podemos, contenido; I-E, resignado. Como oposición habrían sido mucho más severos. Los Comités de Defensa de la Alternativa (CDA), quietos. Su soporte esencial, EH-Bildu, cauto. La situación puede que cambie poco en los próximos comicios de primavera. La sociedad está apática. Con la política, asqueada; de los políticos, decepcionada. Miedo e incertidumbre atenazan el cerebro y excitan las vísceras. PSN y Geroa Bai, condenados a entenderse. Valoran más su mutua protección que la de las aves esteparias. El actual gobierno de coalición se sustenta en un “Acuerdo de programa para una legislatura de convivencia, igualitaria, innovadora y progresista”. Trece contenidos mínimos programáticos y una confesión final de desacuerdos pactados y cuestiones pendientes de estudio. Documento de 76 folios de redacción ecléctica que condiciona una tasación concreta de cumplimientos e incumplimientos. Las auditorías que se hagan serán subjetivas, a conveniencia de parte. Con el comodín de la pandemia y la distorsión final de guerra y crisis económica. Pero toda precaución es poca. La presidente Chivite reunió a la Dirección Pública del Gobierno: “El éxito de la política se basa en saber abordar la discusión de forma prudente y razonable. Que nuestras diferencias nos permitan seguir siendo amigos”. Presupuesto para los Presupuestos.