Este jueves pasado pusimos los dos pies en diciembre. Tiempo de descuento. Tres semanas y media para Olentzero/Papá Noel. Cinco para Reyes. Hay personas tremendamente previsoras que ya han hecho sus compras y merecen una escultura en bronce en una rotonda. A estas personas les pilla tarde, pero en general el jueves fue un buen momento. Para empezar a dejar de emitir spots de juguetes tan sexistas que te retrotraen a 1977 y el UHF. A partir de ahora en la publicidad y en la caja y el embalaje de los juguetes concluyen oficialmente las asociaciones de rosa y azul, las de niño-tecnología-experimentos químicos-camiones-armas y niña-muñeca-bebé-maquillaje-peluquería-bisutería-brilli-brilli. Ahora una niña con dos coletas podrá agarrar una Nerf multidisparo de proyectil de espuma. Un niño con dos coletas, también. Ese mismo niño con dos coletas podrá maquillarse y peinarse igual que su muñeca favorita. El niño con el pelo rapado en degradado como su futbolista de cabecera podrá hacer colisionar camiones y destrozarlos el día que los estrena. Y montar muñecas conductoras letales y suicidas en esos camiones. Incluso cambiarles de ropa cuando finalicen su misión y queden con sus amigas muñecas para tomar una copa en tacitas rosas. En realidad, ya podían hacerlo. La cuestión es que la publicidad no les va a contaminar de entrada con qué sí y qué no es adecuado, apropiado y correcto en función de su sexo de nacimiento.
Otro detalle que aplaudo a este futuro diseño de packaging juguetero es que incluya pictogramas con el montaje y necesidades técnicas. Del mismo modo que afirmo que me siento orgullosa de haber conseguido erigir un armario italiano de baño con unos 70 tornillos, tuercas y piezas innombrables –añoro Ikea–, también afirmo que hace años regalamos a nuestro hijo un transformer robot-camión que él no fue capaz de transformar (normal, no era para su edad) pero su padre y yo, tampoco. Él lo consiguió cuando su edad coincidió con la que indicaba la caja del maldito transformer. Yo nunca he conseguido convertirlo en camión.
