Suponemos que será por la celebración del Mundial en otoño, que le pegó al calendario de clubes una dentellada de siete u ocho semanas, pero el caso es que la agenda futbolera de la temporada 2022/2023 no deja de sorprendernos. Para mal. La última –por obra y gracia de la Federación Española– ha sido la decisión de que la ida de las semifinales de la Copa se juegue el 1 y 2 de marzo y la vuelta el 4 y 5 de abril. 34 días entre unos y otros partidos, que suponemos que será un récord en una ronda copera. Y para que no le falte nada al despropósito, los encuentros de vuelta a partir de las 22.00 horas, a ver si hay suerte y acaban de madrugada (el partido Osasuna-Sevilla de cuartos tuvo prórroga y terminó a las 00.32 horas). Vale que a Osasuna le vendrá bien para recuperar para la vuelta a lesionados como Oroz, Nacho Vidal o Rubén Peña, pero esto no es serio.