Seguramente sea Estocolmo una de las ciudades más avanzada en urbanismo sostenible. Los primeros ecobarrios nacieron en la capital sueca (hoy con más 700 km de carril bici) que además cuenta con una de las mayores redes de bicicletas eléctricas. El ecobarrio Hammarby Sjöstad empezó siendo un barrio industrial y contaminante, y hoy es todo lo contrario. Coches de uso compartido, un tren gratuito hasta el centro de la ciudad... Alemania es otro país pionero y acoge el mejor ecobarrio de toda Europa situado en Vauban, (Friburgo): una ciudad verde, sostenible, autosuficiente e inclusiva, y 30 años después se ha conseguido que el 70% de sus 5.000 habitantes no tengan coche propio y se muevan por tranvía, bici, a pie o en patinete y, si salen, lo hacen en coche compartido. Y para los que vienen de fuera se construyeron dos grandes parkings a la entrada de la urbanización. Si para 2035 no se van a poder vender coches contaminantes y además la mayoría de los cascos urbanos tendrán acceso restringido a este tipo de vehículos habrá que ponerse las pilas. Los expertos dicen que las ciudades que más se mueven en bicicleta son las que la ofrecen como servicio público. No basta con cambiar mentalidades. Como dice el periodista Jorge Dioni sobre el uso del coche, “no se puede pedir a miles de personas que tengan una actitud heroica y se enfrenten todos los días a una estructura hostil”. Es lo que ocurre por ejemplo en la Comarca y en muchos barrios de Pamplona desconexos entre sí. Al menos Belosoya tiene un proyecto de vía ciclable. Algo es algo.