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A la contra

Jorge Nagore

Bien pero

Bien pero

Basta ver los casos del vicepresidente de Madrid que cobra más de 100.000 euros y que recibe ayudas del Estado por familia numerosa –dice que no las va a devolver– o el de Mónica García de Más Madrid que cobra una ayuda al consumo eléctrico por el mismo motivo –dice que no sabía que la cobraba y que la devolverá– para aplaudir la decisión del Gobierno de Navarra de poner un tope de ingresos para recibir la ayuda de 1.200 euros anuales por hijo menor de 3 años: 45.000 euros para quien sea un solo progenitor o 70.000 para cuando haya más fuentes de ingresos. Es mejor que la tabla rasa, tan habitual en este país. A mí, en todo caso, aplaudiendo ya digo la medida, que beneficiaría al 65% de los niños puesto que se eliminan las rentas más altas y quienes ya reciben otra clase de prestaciones, me sigue pareciendo que se puede hacer más. Porque el que cobra 70.010 no recibe y el que cobra 69.990 sí. Y el que cobra 69.990 cobra 1.200 al año y el que cobra 22.000 cobra 1.200 al año. Y el que cobra 69.990 y el que cobra 22.000 se parecen como un huevo a una castaña. Una pareja con unos ingresos de 70.000 o de 65.000 no te digo que sean ricos, ni mucho menos, pero tienen muy poco que ver con parejas que ingresen 20 o 30 o 40. O quizá no muy poco, pero sí poco, a efectos monetarios. ¿Tan complejísimo es establecer tramos de renta y adjudicar a cada tramo una ayuda anual para quienes cumplan los requisitos? No hablo de hacer 20 tramos, pero seis o siete, que perfectamente se pueden hacer, y una vez hechos los cálculos de qué familias o personas hay en cada tramo establecer la cantidad asignada a ese tramo según el total de dinero que se va a desembolsar con la idea. Bueno, ya está hecho, quizás para la siguiente se pueda hacer así. Y ayudar también a los padres y madres con hijos mayores de 3 años que lo necesiten, que comer comen todos y el espíritu de la ayuda es el mismo.