Sin Polo y helados. VW Navarra dejará de fabricar el histórico modelo en 2024. Quedarán Taigo y Tcross, insuficiente para su plantilla. Además, podrían salir del mercado por una normativa europea de emisiones. El Polo se fabricará únicamente en Sudáfrica. Landaben hará la transición hacia el ensamblaje de dos modelos eléctricos (SUV de VW y de Skoda), horizonte 2027. La pérdida de carga de trabajo afectará mucho a la plantilla. La presidenta María Chivite lo considera un “valle” de producción. Preocupación severa por su longitud y profundidad. Chivite estuvo en la central de VW en Wolfsburg (Alemania). Era el Día de los Enamorados. El responsable de Producción y Logística le regaló el compromiso de una inversión de 1.024 millones de euros para la electrificación de Landaben. Prioridad de la presidenta: “Garantizar el empleo, no solo de la planta sino del parque de proveedores”. Su argumento: “Navarra cuenta con el mejor ecosistema, tanto en innovación como en formación, para desarrollar el vehículo eléctrico”. La presidenta foral y el presidente de VW Navarra, dúo fariseo: “Las perspectivas de futuro están aseguradas”. Ni de coña. Navarra parece ser la Sudáfrica española en comparación con los planes para Martorell y Sagunto. La esperanza del Comité de Empresa de Landaben está en la planta de baterías, que ocuparía a unas 600 personas. Acecha la incertidumbre: VW estudia la externalización de esa planta. Las celdas llegarían desde Sagunto y el ensamblaje se haría en una sede de la Ciudad del Transporte. La dirección de Landaben ha confirmado al comité que “no hay dinero” (200 millones) para una planta de baterías dentro del actual recinto y que el asunto “excede a sus competencias”. Chivite admite que “es una decisión empresarial”. Asunto a pelear en la central de la compañía por parte de Gobierno y sindicatos. Al final, la empresa hará la V de la victoria. Incluso V doble (W). Como siempre. Sin Polo. Y, por ahora, helados.