Controlar los precios del alquiler es una de las medidas que propone la nueva Ley Estatal de Vivienda, pendiente de refrendo político. Este año seguirá el tope del 2% en la renovación de contratos, subirá al 3% en 2024 , un nuevo índice de alquiler que nunca será superior al IPC a partir de 2025 y máximos en las “zonas más tensionadas”.

Desde el PP, Feijó (que anda por tierras navarras), no ha tardado en atacar la medida y augurar que puede encarecer los nuevos contratos. ¿Qué hacemos, señores de la derecha? ¿Seguimos dejando que el mercado especulativo de la vivienda expulse a las clases medias y bajas? ¿No intervenimos, verdad? Así es como tenemos el litoral mediterráneo y toda la costa bien macizada o grandes ciudades sin apenas vivienda protegida y con los precios del alquiler por las nubes... Y los jóvenes con acceso a vivienda seguirán siendo, con ustedes, los que tengan padres con posibles.

Le podemos recordar que en Suecia cada año, los sindicatos de inquilinos y los diferentes consistorios se reúnen para determinar los límites anuales de las viviendas. Topar los alquileres es potestad del Estado.

En el caso de Navarra, la estatal complementará la regulación propia que ya prevé en esta comunidad medidas fiscales para propietarios que no cumplan unas horquillas de precios y un registro de contratos de alquiler obligatorio para su control. La nueva ley estatal autoriza a los ayuntamientos el recargo de la vivienda vacía. Navarra ha ido más lejos con la expropiación de uso para pisos de bancos que lleven dos años deshabitados. Intervenir es trabajar por los derechos fundamentales, y poder tener una vivienda digna lo es.