Sobrecapacidad de la Tierra. Cuando conocí el concepto me impresionó. Me encantan los conceptos, aunque sería más preciso decir que admiro la facultad de poner nombre a aquello que se presenta complejo o inabarcable o ambas cosas y que el nombre contenga y exprese de forma accesible la realidad a la que se refiere y funcione como un hilo del que es fácil tirar para entender.

Como este concepto sirve para caracterizar países y lleva aparejado calendario, cada año, puntualmente, se nos informa de que nuestro país atraviesa el día de la Sobrecapacidad de la Tierra, el momento a partir del cual hemos consumido los recursos naturales que deberían ser suficientes para mantenernos durante un año y que supondrían un uso sostenible.

Este año hemos entrado en números rojos el 12 de mayo, lo que significa, dicho de forma simple, que hasta el 31 de diciembre viviremos de prestado, que el planeta estará haciendo un sobreesfuerzo para sostener la actividad de más de cuarenta y siete millones de seres a quienes la gravedad nos mantiene pegados al suelo. Digo que de forma simple porque el sistema no se reinicia cada primero de enero, sino que la deuda se acumula con intereses y ya lo estamos comprobando.

El informe anual que elabora y difunde la ONG Global Footprint Network se nutre de 3 millones de datos de 200 países. En el extremo de la clasificación, Ecuador y Jamaica llegan hasta diciembre frente a Qatar y Luxemburgo, que liquidan su parte para la primera quincena de febrero o Canadá, Estados Unidos y los Emiratos Árabes que lo hacen en marzo.

Que nuestro modelo de desarrollo y el cálculo de nuestras necesidades es erróneo no deja margen de duda. Llevamos cuatro días acumulando una deuda que seguirá creciendo y la banca siempre gana.