Rafael Hernando, recuperado por Feijóo en otra declaración de sus verdaderas intenciones de moderación para la primera línea de la política española, vomitó ayer en las redes sociales que “el PSOE le regala a los viejos amigos de ETA, la presidencia del parlamento navarro”. Se refiere al acuerdo de la Cámara foral para reelegir a Unai Hualde como presidente con 30 de los 50 escaños que la componen. Hualde es de Geroa Bai y del PNV y es el primer presidente que repite al frente de esta institución navarra que representa la libre y democrática voluntad de las navarras y navarros. Un infundio infame y un insulto a Hualde como persona y ciudadano y una nueva palada de mierda y mentiras a la imagen de Navarra y a las instituciones de su régimen foral de autogobierno. En política desgraciadamente existe el papel de bocachanclas, casi siempre un tipo que ejerce de mamporrero macarra ejerciendo el trabajo más sucio de mentir, insultar, acosar, manipular, intoxicar... Suelen ser indocumentados intelectuales, extremistas políticos con poco o nada que hacer fuera de la política. Hacen de la zafiedad su seña de identidad. Rafael Hernando del PP es uno de ellos, de los más famosos por su absoluta ignorancia sobre los conocimientos mínimos exigibles sobre lo habla. No se trata de buena o mala educación, la educación se tiene o no se tiene, y Hernando no la tiene. Da prueba de ello cada vez que abre su enorme boca.

Unai Hualde le respondió de forma comedida, supongo que por la responsabilidad que implica el cargo de representar a todos los navarros y navarras en su primera institución democrática: “Lamentables declaraciones hechas desde el desconocimiento y la mala fe. Toda mi trayectoria en política ha sido clara y rotunda condenando el terrorismo de ETA y en favor de la paz y la convivencia. ¡No todo vale!”. Por supuesto, a Hernando se la refanfinfla esto. Vive políticamente precisamente de esta soez miseria. La palabra idiota, de origen griego, en latín significa una persona sin educación o ignorante. Sin duda, la falta de respeto de Hernando exige una denuncia – y si incluye cuantiosos daños y perjuicios económicos personales e institucionales, mejor–, que le exija responsabilidades por parte del propio Hualde, del partido al que representa y también del Parlamento de Navarra. Aunque supongo que esto a Hernando se la refanfinflará igualmente. Sabe que siempre habrá un juez o jueza que desde los recovecos de la justicia actual, donde una de sus señas de identidad es que es de parte cuando es políticamente necesario, que encuentre cualquier subterfugio de chichinabo para cerrar la causa y dejar el tema en agua de borrajas. Las palabras de Hernando también deberían exigir el reproche como respuesta de sus compañeros del PP en Navarra. Pero no sé si veo a Sayas, el candidato ahora de este partido al Congreso, por esa labor. Más bien, lo veo de aprendiz secundario cualquiera de Hernando.