Sea una cortina de humo o no, las explicaciones concedidas ayer por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) nos devuelven al punto de origen de este conflicto con las altas instancias del fútbol europeo en el que está envuelto Osasuna: la denuncia con luz y taquígrafos de Ángel Vizcay ante la Liga. Para recordar eso no hacía falta enviar a dar una conferencia de prensa al secretario general y al asesor legal del ente federativo.

Cualquier seguidor del fútbol medianamente informado sabe quién hizo estallar esta bomba de efectos retardados. Javier Tebas, presidente de la Liga, cazó a la presa más fácil, que delató a sus compañeros de junta y puso contra las cuerdas al club que le pagó la nómina durante años y que durante décadas también gestionó su padre. Quizá alguna vez sepamos por qué lo hizo. La comparecencia de los dos empleados federativos no fue motu proprio, para respaldar a un club asociado, sino consecuencia de dos comunicados de Osasuna en los que ponía en tela de juicio el silencio público de la Federación y un abandono estruendoso por parte de quien debería haber salido de inmediato en su defensa y no semanas más tarde.

Puede ser comprensible que Luis Rubiales no quiera enfrentarse a sus jefes de la UEFA, pero bastaba con que en el momento de conocerse la apertura del expediente recordara lo evidente en voz alta: Osasuna no fue imputado por corrupción deportiva, porque se entendió que este no había incurrido en ninguna responsabilidad penal, actuó como denunciante y perjudicado, y persiguió a los exdirectivos causantes del estropicio. Osasuna “es víctima”, dijo por fin el secretario general ante los periodistas y después de un largo preámbulo, ni más ni menos que lo que llevamos semanas repitiendo.

Por tanto, si Rubiales es vicepresidente de la UEFA ¿no puede trasladar este mensaje al presidente Aleksander Ceferin y a todos los órganos competentes en este asunto? ¿Van a consentir que castiguen de nuevo a una víctima? Si se trata de ser ejemplar en la lucha contra la corrupción deportiva ¿no se sentaría un precedente sancionado a quien la ha combatido? Tras escuchar la comparecencia de ayer, una vez más da la impresión de que la Federación está más interesada en alimentar su largo conflicto con la Liga, esta vez utilizando a Osasuna.