Sentencia filosófica: “El empecinamiento en política es peligrosísimo”. Pensamiento del concejal Martínez ante la frustración de una tercera vía para la alcaldía de Pamplona. La obstinación nociva es imputable al PSN. El apoyo a la lista de progreso más votada es tan respetable en Ayuntamientos como para la investidura presidencial. Justa reciprocidad. Lo contrario es cobardía y miseria ética. Como es cobarde la complicidad de Geroa Bai y Contigo-Zurekin al aceptar negociaciones con los socialistas navarros mientras Chivite abomina de EH Bildu, aliado imprescindible y en crecimiento. Cada sigla a por su tajada. Con cargos y dotación presupuestaria.

Si la tercera vía pamplonesa pasaba por Geroa Bai, ¿no habría sido un sarcasmo la pretensión de que Bildu apoyara a una coalición de la que forma parte el PNV, su aniquilador de cargos en Euskadi en complicidad con el PSE y el PP? Cinismo impúdico. Sus egoísmos partidistas les encolerizan menos que la asignación al corporativo Carlos Salvador de las competencias de Igualdad, Educación y Diversidad Cultural. Premio Hazte Oír 2011, organización católica ultraconservadora con relación a la familia y a la educación. El Ayuntamiento al que ahora pertenece le reprobó en 2017 por unas declaraciones como diputado contra los derechos del colectivo LGTBI. Su cuenta oficial de Twitter es fiel reflejo de su calaña. Número 2 por UPN en su lista al Congreso en cinco Legislaturas consecutivas, tras una fugaz estancia como sustituto en el Senado. La mayor parte de sus compañeros (Del Burgo, Cervera, Pérez Lapazarán) y sus sucesores (Sayas y Adanero) acabaron en el PP. Otro empecinamiento peligroso: la obligatoriedad de que las Declaraciones Institucionales del Parlamento de Navarra requieran de unanimidad ha dejado la Cámara en manos de VOX. Y uno lúdico: el empeño de Elma Saiz de que la, en apariencia, arrítmica regionalista María Echávarri palmeara al compás en el presanferminero de La Pamplonesa.