Que Ernesto Valverde diga públicamente que a Osasuna le corresponda jugar la Conference League por méritos propios no es más que otro gesto de la solidaridad unánime que se ha generado en favor de los rojillos debido a su exclusión por parte de la UEFA para disputar la competición europea el próximo curso. Resulta paradójico que, si la UEFA, que ha tenido miembros que han sido corruptos a lo largo de su historia, no valora, o no quiere hacerlo, que es el propio club el que quiere limpiar su imagen, se está equivocando cuando, además, es la primera organización que aboga -eso dice- por el fair play. ¿Se le puede llamar corrupto a Ceferin por culpa de Blatter o Platini? Pues eso es lo que, indirectamente, está haciendo la UEFA con Osasuna, con el daño colateral que todo ello le está causando a su imagen, además de que le están haciendo perder la credibilidad que se ha ganado en los últimos años.