Habrá excepciones pero se confirma que la derecha domina en los vecindarios ricos y la izquierda en los modestos. Y visto el resultado del 23J también parece evidente que la derecha ha movilizado -al menos en una foto exprés- más voto que el de progreso en los distritos de Iruña más acomodados. En Lezkairu salieron a votar nada menos que el 95,12% de los electores (70,39% fue la media estatal y el 69,7% en Navarra). Es decir, solo 200 de lo 4.097 vecinos y vecinas con derecho a voto se quedaron en su casa. Algo realmente digno de estudio, también por ser un barrio nuevo, donde ha ido a vivir mucha gente joven y, sin duda, con poder adquisitivo si tenemos en cuenta lo que vale la vivienda. Casi la mitad del voto fue para el bloque de derechas. La suma de PP y UPN cosecharon en este distrito casi el 44% de los votos (889 el PP como primera fuerza y 812 UPN, la tercera), el PSN llega al 21,76%, Sumar un 14,57%, el 9,22% EH Bildu, el 5,92% Vox y el 2,58% Geroa Bai. También en Ermitagaña-Mendebaldea participó el 78,13% del electorado, y de ellos un 49,63% fue para los partidos de derecha. No acudieron en cambio a votar un 40% de los electores de Etxabakoitz y, en Milagrosa-Arrosadía, el 36,6%. Otro barrio nuevo como es Buztintxuri, también de perfil obrero, el porcentaje de voto fue de los más bajos: el 62,13%. En este caso, la derecha logró el 30% del voto. Parece claro que pese a la alta participación todavía hay sectores de la población, y en determinados territorios, que siguen desapegados de la política y que no se sienten representados. Seguramente entre ellos muchas personas de origen inmigrante y otras minorías. Algunos quizás ni sepan que pueden votar.