Inmersa la política navarra en el barullo de la investidura para renovar el Gobierno foral, la compleja e incierta aún formación del Gobierno central ha quedado en un segundo plano. Pero las bambalinas se mueven cada vez más aceleradaramente en Madrid. Un escenario en el que el único escaño de UPN tiene su propio campo de juego. Esparza se apresuró a adelantar su apoyo a la investidura de Feijóo. Ese voto junto a los del PP y Vox, de momento esos son los únicos, le da al candidato popular 171 apoyos tras el recuento de los votos en el extranjero y la consecución de García Adanero del escaño 16 por Madrid. Esos 171 son los mismos 171 que ahora puede sumar Sánchez. En ese contexto, Esparza cambió el paso y afirmó que la investidura de Feijóo no se da en ningún escenario y le exigió que deje de engañar a los ciudadanos. Es cierto que Esparza ha matizado después que votará a Feijóo si se presenta a la investidura, pero en Madrid los medios señalan ya que UPN está jugando a dos bandas. Citan fuentes del PP y apuntan a que UPN, siendo a día de hoy imposible la investidura de Feijóo, podría estar ofreciendo su abstención al PSOE. Según unos, a cambio de que el PSN mantuviera a Ibarrola en la alcaldía de Iruña. No lo sé, pero parece que a estas alturas esa mercancía está vendida en la investidura de Chivite a otros postores interesados. Según otros, a cambio de evitar una repetición de las elecciones. Parece más factible, toda vez que una repetición electoral tras la derrota frente al PP el 23-J en Navarra y su precaria situación en la política navarra, camino de la tercera Legislatura en la oposición sin expectativa, podría ahondar en la crisis que arrastra UPN. No sé si la ziaboga política que se insinúa desde el PP y sus medios afines tendrá recorrido. Entre otras cosas, porque juega también un papel más importante la llave Canaria, donde Coalición Canaria gobierna esa comunidad gracias al apoyo del PP pese a que el PSOE fue la lista más votada, pero aún así tiene la línea de negociación abierta con Sánchez. En ese caso, el tren de Feijóo hacia Moncloa estaría definitivamente en vía muerta y los escaños pueden tener más valor negociador en la otra vía, la de Sánchez. A la espera de Coalición Canaria, y cerrada la vía Feijóo que comprometió con sus electores, puede ofrecer su abstención a Sánchez, lo que dejará al PP con 170 escaños y al PSOE con 171 y al PSOE le bastaría de nuevo con la abstención de Junts. Ese cambio apresurado de bando de Esparza sería otra promesa incumplida con sus votantes después de una campaña siguiendo la estela de PP y Vox con el lema de echar al sanchismo, pero cuatro años son mucho tiempo y los incumplimientos políticos se tienden a olvidar. Sobre todo en las derechas. Y aunque no cuente ya en la partida de del Gobierno en Navarra, para Esparza no repetir las elecciones generales –el 23-J se salvó del naufragio total por un puñado de votos–, es ganar tiempo. UPN tiene por delante un complejo proceso de reubicación en la actual realidad sociopolítica de Navarra tanto en lo que se refiere a su discurso, posiciones y planteamientos como a sus liderazgos tras tres fracasos consecutivos de Esparza en su objetivo de volver al Gobierno y la ruptura con el PP. Una reflexión nada fácil que aún puede empeorar si Ibarrola es descabalgada de la alcaldía de Pamplona.