Los expertos en cuestiones de comunicación manejan los estudios de audiencia para determinar el uso de los medios en nuestra sociedad. El consumo de radio y televisión es un indicativo del modo en que la ciudadanía se comporta con respecto a los medios modernos y su empleo como fuentes no sólo de información, sino también de opinión y entretenimiento. No puede entenderse la dinámica social sin la presencia activa de estos medios audiovisuales, constructores de la misma realidad social y su dinámica. El consumo medio que los oyentes hacen de la oferta radiofónica es de trescientos minutos, cifra que demuestra un fuerte apego al producto radio en cualquiera de sus ofertas, y que explica el éxito de consumo del presente modelo que habla de un desarrollo poderoso en formatos, modelos, variedades y marcas empresariales que permiten la presencia al mismo tiempo de radio pública y privada en un modelo de coexistencia que genera calidad, poderío informativo y coexistencia concurrente y al mismo tiempo competitiva.

El modelo europeo de radio vive momentos de éxito y aceptación social y la prueba está en el empleo ciudadano de 300 minutos por jornada, tiempo importante en el uso de la radio de nuestros días. La radio debe mantener la confianza y la empatía entre oyentes y medios para poder así mantener el punto de equilibrio y credibilidad que consigue mantener la radio actual, en cualquiera de sus ofertas, todas ellas basadas en la eficacia comunicativa y el protagonismo y arraigo social. Y los encargados de hacer la radio día a día, sus profesionales, deben de estar en continuo ejercicio de cambio y novedad, elementos que, al fin y a la postre, son nortes de eficacia mediática.