En la reedición de Confieso que he vivido a cargo de RBA, Pablo Neruda sumerge al lector en dicho universo tal que así: “Estas memorias o recuerdos son intermitentes y a ratos olvidadiizos porque así precisamente es la vida”. Y añade: “Tal vez no viví en mí mismo; tal vez viví las vidas de los otros”. Viene todo ello a cuento del recuerdo debido al poeta chileno, quien falleció hace medio siglo, el 23 de septiembre de 1973.

Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, verdadero nombre del autor de Yo acuso (nombre tomado de otra gran obra homónima: la de Zola), es el padre de poemarios tan notables como Crepusculario (1923), Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), Residencia en la tierra (1935) o Cien sonetos de amor (1959). Es también el autor de otros libros de prosa, como El habitante y su esperanza (1926), el citado testimonio Confieso que he vivido (1974) y, sí, Yo acuso, inédito al parecer en Europa durante mucho tiempo.

Tal ausencia, se difuminó en 2003, cuando el sello navarro Txalaparta, en comunión con Oveja Negra Ltda., lo presentó en forma de edición a cargo de Leónidas Aguirre Silva, encargado, a su vez, de una mítica edición colombiana de finales del siglo pasado. Y ahora, la Universidad de Alicante y la Universidad de Talca, acaban de presentar Escrito sobre España, recopilación de obras poéticas y narrativas recogidas y reunidas por el catedrático emérito de Literatura Hispanoamericana de la universidad alicantina José Carlos Rovira y el docente Abel Villaverde.

El libro cuenta, además, con un prefacio escrito por el popular poeta chileno Raúl Zurita pero debe añadirse, a la importancia de tal evento, la de otra circunstancia: la reciente revelación por parte de diferentes peritos internacionales del asesinato de Neruda gracias a una bacteria encontrada en su cuerpo, algo que ya se sopesó en el pasado e intentó negar las suposisiones de la dictadura chilena. Pablo Neruda: toda una vida y toda una obra; Elena Poniatowska, Medalla Belisario Domínguez entregada hace nada: escritora, periodista y activista, la autora francesa ya recibiría, hace diez años, el Miguel de Cervantes y el Quijote de las Letras pero el ímpetu de las efemérides nos brinda la oportunidad de disfrutar de algunas de sus obras.

Precisamente en 2013, Poniatowska presentaría El universo o nada, Jardín de Francia y La piel del cielo; sin embargo, en 1963 ya había hecho lo propio con el nombre de Todo empezó el domingo, conjunto de crónicas bien originales; en 2003, veinte años atrás, publicó Tlapalería, uno de sus compendios de relatos breves, y hace medio siglo, en 1998, presentó Nada, nadie. Las voces del temblor, relato puramente periodístico. E, igualmente, el lector interesado debe conocer que Seix Barral, el sello que cuenta con la Biblioteca Elena Poniatowska y ha venido editando a lo largo de 2023 buena parte de su obra, acaba de regalarnos nuevas ediciones de El universo o nada y La Flor de Lis (1988) y ha preparado para los meses venideros reediciones de piezas notables de la autora, como El amante polaco (2022).

Pero, si acaso algún seguidor del tebeo tradicional no es consciente de ello, debe también ahora recordarse el reciente fallecimiento del inimitable Francisco Ibáñez, de quien Bruguera acaba de publicar, entre otros trabajos, su Mundial de baloncesto 2023, número 220 de la colección del sello Magos del humor. Sin lugar a dudas: Francisco Ibáñez, Mortadelo, Filemón (personajes nacidos ¡en 1958!), La familia Trapisonda, Pepe Gotera, Otilio... todos ellos, siempre en nuestra memoria.