Ha dicho Carlos Gimeno, Consejero de Educación, que en materia de plurilingüismo durante esta legislatura se mantendrá la “firme apuesta presupuestaria y didáctica del departamento que nos permita seguir fomentando el uso del euskera en el ámbito educativo” y también anuncia que seguirán “fortaleciendo las Escuelas Oficiales de Idiomas, avanzando de forma decidida en el conocimiento de las lenguas extranjeras”. Pues esto último se debe de referir solo a lenguas extranjeras, porque la oferta en euskera de la Escuela de Idiomas de Pamplona sigue bajando. De las 3.950 plazas que ofertarán este curso en la EOIP casi la mitad, 1.925, serán para estudiar inglés. La oferta de italiano también ha aumentado y el francés y el alemán mantienen sus plazas. El euskera, sin embargo, perderá dos grupos. La oferta pasará de 750 a 700 plazas. Los profesores se quejan de que no les han informado claramente de los criterios que se siguen a la hora de tomar estas decisiones y denuncian que parece quieren gestionar la Escuela como una empresa privada, olvidando que es un centro público y que, por lo tanto, tener las clases llenas a rebosar no debería ser el único o principal objetivo. Por otro lado, la media global de los grupos de euskera es de 22 alumnos por clase, que tampoco está nada mal. Temen que esta decisión traiga como consecuencia un recorte en la plantilla.

Lo realmente interesante sería una firme apuesta por conseguir de una vez la gratuidad de la enseñanza del euskera para todas las personas que lo deseen, tanto en la EOIP como en cualquier euskaltegi. Ya que estas personas ponen su tiempo y su esfuerzo, que, por lo menos, no tengan que poner además su dinero.