ERC ha pedido en el Parlamento algo que parece lógico, pero cuando lo miras con detenimiento no lo es tanto: que no sea obligatorio para un deportista acudir a las convocatorias de las selecciones españolas.
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Parece lógico, porque una Ley del Deporte no puede estar por encima del derecho constitucional a la huelga –que, en esencia, es lo que supone negarse a ir–, pero no lo es tanto porque ese punto de la ley no se creó contra los deportistas sino contra esos clubes profesionales –sobre todo los de fútbol masculino– a los que les encantaría no ceder a sus jugadores a la selección para que no se cansen o se rompan.
Si se quita la obligación de ir a la selección, más de un y una deportista va a descubrir que sus clubes les impiden ir con su selección, incluso a grandes citas como Europeos, Juegos o Mundiales. A ver si creyendo que ayuda a los y las deportistas, va ERC y les hace un grave perjuicio.