Bildu y la Ley de Educación

El año que viene toca cita con las urnas en Euskadi y, aunque todavía queda legislatura, algunos empiezan a marcar perfil. El “runrún” que apunta a su ganancia de votos es demasiado goloso como para dejarlo escapar. Si no, no sé explicarme lo de EH Bildu elevando el tono con la futura Ley de Educación. En este mismo diario nos lo contaban así: “Bildu se aleja de la Ley de Educación y culpa a Urkullu de una ruptura”. Se agarran a los modelos. Pues vale. Pero la realidad es que el Gobierno Vasco siempre ha dicho que el objetivo es lograr la mayoría más amplia posible. La mano sigue tendida. Es Bildu quien se empeña en darle manotadas.

A ver si es verdad

Tras meses de decir que había que plantear una reforma del sistema energético, parece que algo se mueve en la lenta Europa. Esta semana, por fin, se ha dado luz verde a la reforma del mercado de la electricidad. El Consejo Europeo ha dado el paso para intentar así desvincular el precio de la luz del coste de los combustibles fósiles como el gas ruso (Xataka), que tanto nos ha estado condicionando el último año. En este mismo portal nos explican que Francia y Alemania se han puesto de acuerdo, aunque por la mínima. Veremos cuándo y en qué termina todo esto, pero hacía falta un empujón como éste.

El negocio es el negocio

Si bien es cierto que, a día de hoy, hay que contratar una tarifa con el operador que cuente con los derechos para ver la mayoría de partidos de LaLiga, cada vez menos personas lo hacen. En Genbeta nos cuentan que éstos prefieren optar por alguna de las páginas que ofrecen este contenido sin contar con los derechos. Y claro, al que maneja los beneficios no le gusta. Desde LaLiga y Movistar+ están empezando a exigir mecanismos para poder actuar con agilidad y de manera inmediata para combatirlo. Si el fin fuera la lucha contra la piratería, me parecería estupendo. Pero lo hacen para que no les revienten un negocio muy rentable.

Robin Hood

Porque la clave en todo esto es lo que apunta Mosturotz en su ‘tweet’: “Ver fútbol en el campo se ha convertido en algo inaccesible para mucha gente. Ahora también lo es verlo por la tele, como empieza a demostrarse con la burbuja de las televisiones. ¿Los piratas, los nuevos Robin Hood?”. ¿Dónde han quedado los tiempos en los que el fútbol era más de la gente que ahora, se podían ver los partidos en abierto y los horarios eran más conciliadores con la vida? Al fin y al cabo, los que ahora hacen negocio antes también lo harían, sólo que de otro modo. Y seamos sinceros, facturación ni les falta ni les va a falta

Leonorwashing”

El pinkwashing consiste en que distintas marcas cambian, por unos días, su apariencia en redes. La tiñen de rosa, color asociado al cáncer de mama, para sacar beneficio de algo de lo que el resto del año pasan olímpicamente. Tiene también una vertiente eco, el greenwashing. El intento nada sutil de meternos por los ojos a Leonor de Borbón hace que me pregunte si estamos ante el “Leonorwashing”. En Zaragoza, jurando bandera, protagonizando el 12-O, en los Premios Princesa de Asturias... ¿Esperan que así los ciudadanos acepten sin rechistar a la heredera de una institución que nadie ha elegido y sobre la que impiden preguntar?