Tenemos las casas llenas de cosas. No en la misma medida, pero todos somos acumuladores de objetos, compradores más o menos compulsivos y recogedores de titos variados en las inmediaciones de contenedores y aceras. Repito, no todos por igual, pero acaparamos sin ton ni son y lo sabemos. El día que te pones a vaciar la que fue tu casa natal, conforme te ves implicada en mudanzas o cuando te toca la triste misión de recoger las pertenencias de alguien que ha muerto entiendes, y sólo entonces, las cantidades de todo que llegamos a almacenar y el espacio que ocupan en nuestras viviendas, sótanos y áticos.

De ahí que vea con buenos ojos la idea de Geltoki de conformar una Trastoteka en la antigua estación de autobuses de Pamplona, una especie de biblioteca de cosas que se prestarán de forma temporal por un precio simbólico. Cuando se necesiten herramientas u otros objetos de uso poco habitual relacionados con el hogar, la limpieza, el ocio, la aventura, la salud, la crianza, los cuidados, el bricolaje y la jardinería podrán encontrarse allá. Será posible consultar el catálogo de piezas y su disponibilidad por medio de una página web e, incluso, donar utensilios que se vean necesarios. Buena idea eso de usar y no comprar, compartir bienes y recursos y reducir el consumo.