¡Cuánto tiempo ha pasado desde que entré por primera vez en la redacción de la emisora Euskalerria Irratia! 32 años, ni más ni menos. Yo estaba todavía terminando la carrera y a un compañero se le ocurrió que podíamos hacer prácticas en esa emisora nueva. Y así empezamos a hacer algunas cosillas hasta que al finalizar el curso Mikel Bujanda y Kike Diez de Ulzurrun me propusieron quedarme porque hacía falta alguna voz femenina “para que no pareciera una emisora de curas”. Y me quedé, por supuesto, porque era como un sueño. Yo había aprendido euskera durante la carrera y había escuchado cientos de entrevistas y reportajes. Kike y Mikel siempre han sido mis mejores maestros, sin duda. Con ellos me introduje en el mundo del euskera y con ellos aprendí qué significa trabajar con y para tu gente. 35 años en las ondas y 27 de ellos trabajando fuera de la legalidad y peleando por una licencia que llegó definitivamente en enero de 2016.

Ya no hay papelitos de típex por todos los rincones, ni máquinas de escribir. Ya no se graba en aquellas cintas de carrete abierto, ni en casetes, ni en midi-disc. La forma de trabajar ha cambiado muchísimo y la forma de consumir radio también. Este año están triunfando los nuevos podcast y la imagen es ya tan nuestra como la palabra. Lo que no ha cambiado en todo este tiempo es la complicidad de un equipo de currelas de oro, ahora capitaneado por ese crack que es Juan Kruz Lakasta, la tropa de más de 150 colaboradores voluntarios, las casi mil familias socias de la radio, los anunciantes y, sobre todo, la comunidad de miles de oyentes que todos los días están ahí. Todo eso hay que celebrarlo y lo haremos el martes que viene en la sala Zentral.