Es perfectamente comprensible el mayúsculo enfado de un grupo de padres y madres de Etxalar, que han visto cómo por apenas dos votos sus hijos e hijas van a pasar el curso que viene de tener jornada continua a tener partida. Ganaron claramente la votación por 34 votos a 18, lo que supone el 65% de los votos emitidos, pero como se necesitaba más del 60% del voto del total del censo y se han quedado en el 58% el año que viene toda su organización vital de estos últimos años se irá a la mierda por capricho de Educación.

Una de mis demandas aquí cuando esto arrancó era que si alguien quería cambiar de jornada –quien estaba en continua de continua a partida o quien estaba en partida de partida a continua– partiese de la jornada en la que ya estaba, pero no, Educación hizo a los casi 200 colegios públicos de Navarra salir de jornada partida, aunque el 84% estaba en continua. El 80% ha seguido apostando por la continua –ni una palabra de Educación y del Consejo Escolar, que tenían a la partida como el objetivo– pero debido a las condiciones sumamente injustas y desequilibradas a favor de la partida varios colegios se van a quedar sin continua pese a que ganó claramente las votaciones.

También les ha pasado en Berriozar, donde la norma que dice que si compartes autobús escolar con un colegio que está en partida ha echado por tierra el más de 80% de voto favorable a la continua de Mendialdea, algo que también ha pasado en los dos colegios de Orkoien, donde por un solo voto o dos uno de ellos se ha quedado en partida y arrastra también al otro. No tenía sentido la Orden Foral que regulaba todo esto, por exigente con una modalidad y laxa con otra, y no lo tiene ahora, con casos flagrantes como estos en los que las diferencias de voto son tan claras. Alguien en el gobierno –y en el tripartito– debería recapacitar y darle una solución a injusticias de este calibre.