“El listón muy alto”

Soy usuario de Osakidetza, de hecho, mañana mismo tengo cita con mi médico y, en mi caso y el de las personas que me rodean, creo que la sanidad vasca funciona con al margen de mejora que cualquiera puede apreciar y debe exigir. Y lo creo, también, porque las y los mejores profesionales, independientemente de su origen (y esto le desmonta el argumentario al PP), también eligen Osakidetza: el número uno y dos del último examen del MIR harán su residencia en el hospital de Cruces, que “suele estar entre los diez preferidos por los residentes y ya habíamos tenido en otras ocasiones al número uno” (Con Salud).

Desmontar la Sanidad es esto otro

Desmontar la sanidad pública es justo lo contrario a lo que está pasando con Osakidetza. Marcelino Madrigal resume muy bien lo que sucede en Madrid, caso paradigmático de una privatización de facto y diametralmente opuesto a lo que ocurre en Euskadi: “El concierto con la Sanidad Privada en 2024 nos cuesta en la Comunidad de Madrid 1.209.834.792 euros. En concreto, para Hospitales del Grupo Quirón (más Gómez Ulla) van 860.824.822 euros. Para nuevos centros de Primaria, 75 millones. Es un escándalo”. La fuente son los propios presupuestos de la Comunidad y las cifras son así de salvajes.

También votan en Catalunya

En Catalunya, al contrario que en Euskadi, el resultado de las elecciones es más evidente: parece que el PSC va a ganar con claridad y que el problema será la gobernabilidad. Aunque gane con claridad puede necesitar a ERC o Junts para gobernar. Y la otra opción es que los dos partidos independentistas formen gobierno, lo que ya ha pasado con desastroso resultado en la última ocasión. Además, hay otro elemento a tener en cuenta: quién quedará segundo. El posible regreso de Puigdemont puede catapultar a su formación, que volvería a liderar el espacio nacionalista. Y pase lo que pase, afectará al gobierno de España.

Podría ser peor

En Euskadi, PNV y Bildu mantienen el pulso por ser el partido que lidere en votos y escaños a Euskadi. En Catalunya, la partida se juega entre tres. La España política es un caos en el que la ultraderecha es el lastre que se ha cargado la derecha voluntariamente para gobernar. Pero todo podría ser peor: Donald Trump ha alertado de que podría correr la sangre si no sale elegido presidente, con todo el cuajo y una gorra puesta que le hace parecer un poco lerdo. Cuando perdió las elecciones fueron cinco las personas fallecidas durante el asalto al Capitolio. Con estos antecedentes y esos avisos, que no esté inhabilitado me parece inaudito.

Me gusta

Fui con un amigo de Gasteiz y del Alavés a ver el último derby, y al final, mientras aplaudía a los míos y mi buen amigo se lamentaba de la ocasión de Guridi y el penalti que paró maravillosamente Unai Simón, aprecié la discusión entre los hermanos Williams. Conversación airada que no pasó desapercibida para los de El Día Después, que siguen luciéndose captando esos momentos que hacen del fútbol eso que tanto nos gusta. El mayor de los hermanos lo explicó en Twitter: discutían como cuando jugaban en la plaza. Y a mí el detalle me gustó: incluso ganando y entrando en Champions la ambición y las ganas de mejoran se dejan ver.