En esta tierra y durante estos días no pasa nada. Bueno, pasan un montón de visitantes calados –calle arriba, calle abajo, haciendo eso que se llama turismo interior– y poco más. Por culpa de la lluvia, ni las procesiones y, si ya es difícil rellenar periódicos y noticieros locales durante este periodo vacacional, no te digo cuando ni siquiera pueden salir los pasos a que les dé el aire. Así es la Semana Santa. Si en algún momento ha de llover, no cabe duda que será en estos días festivos, ni antes ni después. No falla.

Entonces, ¿de qué habla la prensa? Al margen de tristes accidentes de tráfico y la consabida monserga sobre los beneficios/perjuicios del cambio de hora, las noticias de por aquí no han sido gran cosa hasta que ha aparecido la crónica sobre la demanda de custodia de un perrito interpuesta por un joven contra su ex novia.

Al menos es un tema original: Una pareja, en realidad la mujer, adoptó un perro y lo crió con todo mimo junto a su chico, la pareja acabó separándose, ella se quedó con el chucho y, en un momento dado, él pidió hacerse cargo del animalillo. Finalmente y por diferentes razones, el juez ha dado la razón a la mujer y le ha entregado el animal en exclusiva. Al menos, algo nuevo de lo que debatir porque de tormentas y agua sin fin estamos hartos.