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Mesa de Redacción

Ana Ibarra Lazkoz

La herencia del cazador

La herencia del cazadorEP

El rey eméritoha montado una fundación con sus hijas en Abu Dabi para gestionar su fortuna en el extranjero y su herencia. El colmo de los colmos. Tras fijar su residencia fiscal en Emiratos Árabes Unidos (EAU) para evitar pagar impuestos por sus ganancias, ahora resulta que todo el dinero que ha ido amasando -la revista Forbes habla de más de 1.800 millones- en cuatro décadas de reinado a través de fundaciones y presunto blanqueo de ingresos, de regalos, de turbios negocios de tráfico de armas y comisiones, incluyendo los cien millones que recibió de Arabia Saudí, pasará a mano de las infantas Elena y Cristina (el rey Felipe renunció a la herencia en 2020).

A sus 87 años y aprovechando la casi nula fiscalidad del país árabe y su opacidad legal a la hora de conocer titulares y bienes transfiere a sus hijas su legado sin pagar impuestos en España. Es decir que no sólo las infantas -colocadas en otras fundaciones- sino los seis hijos de su prole van a tener una vida más que resuelta. Eso si no renuncian a un dinero yo diría sucio. Es lo que yo haría.

De un rey que cazaba elefantes mientras el país se sumía en una crisis económica galopante, que regalaba a sus amantes millones de euros de dudoso origen, que tenía amigos multimillonarios que le daban cobijo y le debían favores, que defraudó a Hacienda y que se exilió para vivir en hoteles de lujos de los reyes de los petrodólares. Mucho mejor fregar suelos. ¿Y para cuándo la serie en 'Netflix’.