La manera de describir los sentimientos de confusión y nerviosismo que alguien puede experimentar al dejar la cultura que le es familiar para vivir en una nueva y diferente es lo que llamamos choque cultural. Esa sensación de sorpresa se ha convertido en un clásico en Tik Tok y cada día una japonesa que vive en Madrid aparece hablando de las muchas cacas de pájaro que hay por el suelo y un estudiante gallego muestra su sorpresa por los bien que hacen cola los ingleses y lo mal que se come por esas tierras.
En ocasiones, las reflexiones adquieren otro tono y así un influencer neozelandés de visita por Euskadi dice no salir de su asombro al saber que un paisano pagará siempre las consumiciones que ha solicitado, aunque se siente fuera del bar, sin necesidad de que el camarero le persiga.
¿Cómo serán las cosas por las Antípodas? Quizás tengan costumbre de no abonar sus bebidas de buenas a primeras… Aquí, las instalaciones deportivo-termales del Casco Viejo de Pamplona necesitan una inversión de, al menos, cuatro millones de euros para corregir las 40 patologías detectadas en un edificio que tiene sólo 15 años, costó 6,5 millones y forma parte de la red de proyectos de la era Barcina maldecidos con una obsolescencia derivada de los defectos de construcción. A cada uno lo suyo.